Los representantes de la dictadura en Sancti Spíritus se están encargando de “realzar” las minindustrias, pero solo con las palabras, porque con la economía van de mal en peor.
Quejas por parte de los cubanos sobran ante la falta de productos y alimentos en el mercado y los que pueden encontrar, aparte que son muy costosos, la calidad es mala, como ha sido el caso de las quejas por la pulpa de tomate.
Las minindustrias subordinadas a la Empresa Agropecuaria Integral de Sancti Spíritus, no son tan perfectas como la dictadura y el diario castrista Escambray quieren mostrar, pues también han sido víctimas del desajuste económico que se profundizó en Cuba después del (des) ordenamiento monetario, lo que ha generado insuficiente producción de hortalizas y frutales, hasta el déficit de algunos insumos.
El diario castrista trató de “beatificar” las industrias productoras de alimentos envasados, donde realizan puré de tomate, pastas y salsas, además de vinagre, vino seco, zumo de limón, siropes y otras elaboraciones, pero no se puede tapar el sol con un dedo, una cosa es la que dicen los medios de la dictadura, que son mentiras, y la otra es la realidad que denuncian los mismos cubanos que compran y consumen estos alimentos de mala calidad.
Las alabanzas a las minindustrias de Sancti Spíritus surgen después de que los habitantes de Camagüey se quejaran por una pasta de tomate producida en Sancti Spíritus y que vendieron en la provincia en un camión. En ese momento los cubanos aparte de pagar precios exorbitantes por el producto, se sintieron estafados por la mala calidad y alertaron a sus vecinos de que no compraran este alimento, debido a su mala calidad, a pesar de que era necesario para la alimentación de sus hogares.
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Redacción Cubanos por el Mundo