El costo político y social que tendría la muerte de Luis Manuel Otero Alcántara sería demasiado alto para el régimen de Cuba. En un artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post, se detalla que el castrismo no estaría dispuesto a “pagar” tan elevado costo y califica al artista independiente de ser una “piedra en el zapato” para la dictadura.
“Otero es hoy la piedra más molesta en los zapatos del castrismo y, a su vez, sin que el artista haya apuntado allí, se ha vuelto imprescindible para la subsistencia del régimen”.
El artículo de opinión fue redactado por el periodista cubano Abraham Jiménez, quien ha seguido de cerca la huelga de hambre que lleva a cabo Luis Manuel Otero desde hace varios días. El comunicador detalla que si el artista independiente llegase a fallecer durante su protesta, el régimen tendría que prepararse para una arremetida internacional acompañada de fuertes sanciones por parte de Estados Unidos.
“Su muerte en una huelga que exige derechos fundamentales de un ciudadano significaría potenciales nuevas sanciones de Estados Unidos hacia la isla y una ruptura definitiva en la relación bilateral de estos gobiernos como en los viejos tiempos”.
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The Washington Post reconoce que el activismo de Luis Manuel Otero ha alcanzado niveles internacionales, al punto que es difícil para el castrismo dejar pasar su huelga de hambre, como lamentablemente si hizo con Yosvany Arostegui, Orlando Zapata y otros, a quienes “dejaron morir”.
Reconoce que el hecho de haberlo trasladado a un hospital, no es un gesto de “humanidad” sino de preocupación por las repercusiones que podría tener la muerte del activista.
“El gesto expresa el condicionamiento que padece hoy el régimen ante la actual crisis económica, cuya única salida a corto plazo pasa por una reconciliación con Estados Unidos para emular el florecimiento del país en los tiempos del expresidente Barack Obama, porque el gobierno no contempla cambiar su ineficaz modelo económico”.
El artículo de opinión describe a Luis Manuel Otero como un artista que representa todo lo que el castrismo detesta. “Un artista negro de un barrio pobre que quiere expresarse y crear con libertad y tener una vida digna. Eso es lo que le molesta al castrismo: su genuina fuerza para luchar contra el capitalismo de Estado cubano”.
Redacción Cubanos por el Mundo