La actriz cubana Lynn Cruz denunció en sus redes sociales que la situación en el Hospital Faustino Pérez de Matanzas cobró la vida de su padre, ante el “automatismo y la insensibilidad del personal sanitario” en medio de la COVID-19. Sus reclamos, que estuvo documentando en redes sociales durante los últimos días, fueron presentados junto a una carta, la “más difícil” que le ha tocado escribir, describiendo todas las circunstancias que enfrentó junto a su familia.
Según explica la actriz, su padre fue hospitalizado en el Faustino Pérez debido al resultado de un test rápido, en medio de un delicado cuadro de salud del señor y en contra de la voluntad de ellos. Presentaba neumonía y diabetes descompensada por una cardiopatía. Una vez dentro del hospital, la familia de Cruz descubrió que no había medicinas para tratarlo, lo que significó que comenzarían a buscar medicamentos por cuenta propia.
“Los protocolos que se están usando para paliar el hecho de que hayan tantos enfermos están provocando la muerte, cómo fue el caso de mi padre”, escribió el pasado 9 de mayo en su perfil de Facebook.
En su reclamo, la cubana explica que a él le fue inyectado un medicamento que el propio Ministerio de Salud Pública no aconseja como la Metilprednisolona, debido a que la que sí se aconseja la Hidrocortisona que no podían colocarle por no tener la Furosemida y el antibiótico Rosefin – gestionado por la familia de forma independiente -. También la familia buscó la Furosemida, la llevaron al hospital pero no fue colocada de inmediato.
“A 60 horas de su ingreso y con Metilprednisolona ya en vena, pasaron más de 8 horas en que lo hicieran. 8 horas más perdidas que ya añadían no solo más errores sino horrores”.
Desde el inicio de la pandemia el Hospital Faustino Pérez de Matanzas ha ocupado titulares de la prensa independiente debido a la falta de protocolos de bioseguridad contra la COVID-19, incluyendo la falta de agua en los baños de los hospitales. Incluso protagonizó un gran brote que involucraba a miembros del personal médico, pacientes y familiares, hecho que trascendió a la opinión pública y del que el régimen cubano responsabilizó directamente a los doctores que trabajaban en el centro.
Redacción Cubanos por el Mundo
