El régimen cubano autorizó en Cuba la creación de pequeñas y medianas empresas (pymes) siempre y cuando estas no se dediquen a “rubros estratégicos”, según admiten desde el seno del Partido Comunista de Cuba (PCC). La decisión del PCC llega en aras de “destrabar” al sector estatal y derivar actividades hacia el sector privado con el fin de dedicarse a las de mayor rendimiento económico.
De acuerdo a lo informado por Manuel Marrero, primer ministro del régimen cubano, las pequeñas y medianas empresas en Cuba no podrán intervenir en actividades como el sector salud (controlado por el Estado tanto a nivel hospitalario como para la “exportación” de servicios), telecomunicaciones (manteniéndose el lucrativo monopolio estatal ETECSA sin competencia), prensa (penalizando al ejercicio independiente) y los más “sensibles” sectores de energía y defensa, entre otras áreas ya anteriormente descritas como prohibidas para los trabajadores por cuenta propia en Cuba.
La decisión llega en momentos donde el régimen cubano ha admitido su incapacidad para gestionar mediante las empresas estatales, toda la dinámica nacional. Controles se han traducido en distorsiones que afectan desde el sector agroproductivo hasta la entrega de paquetes enviados a través del servicio postal.
La agencia EFE recoge estas actividades prohibidas para las pequeñas y medianas empresas como esferas estratégicas por “motivos económicos o político-ideológicos”, razón que motiva a los jerarcas del PCC a distanciar a los privados reconocidos bajo la figura de “cuentapropistas”, de estos rubros, aun cuando la generación de empleo en el sector no estatal se equipara con las ofertas estatales, según números oficiales.
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También se definió desde el régimen cubano prohibir a las pequeñas y medianas empresas en Cuba ocuparse de otras actividades sí permitidas en licencias de cuentapropistas como programador de equipos de cómputo, tenedor de libros, traductores e intérpretes, entre otras como servir de veterinario para animales afectivos. Y temerosos del impacto en la opinión pública y la línea discursiva del marxismo, estos cambios no suponen según Marrero un proceso de privatización, porque “hay límites que no se pueden rebasar”, según el funcionario.
Granma recogió la información refiriéndose a las pequeñas y medianas empresas como “actores de la economía” en el perfeccionamiento del sistema en Cuba. Las pymes serán constituidas tanto a nivel estatal como en el sector privado.
Redacción Cubanos por el Mundo
