Por estos días solo de habla de dos puntos en torno al béisbol cubano: el cartel de Díaz-Canel Singao que logró colarse en televisión estatal y la eliminación de la selección de Cuba de los Olímpicos, precisamente sobre el territorio estadounidense. ¿Y por qué precisamente en Estados Unidos? Porque no es poca cosa que, recibiendo visas y la posibilidad de entrar a la nación sin tener con qué culpar al embargo económico, la selección deportiva que recibe buena parte de los recursos públicos fracasara en sus aspiraciones.
Un artículo en el periódico oficialista Sierra Maestra, firmado por Jorge Matos Cabrales, reconoce el retroceso del béisbol cubano y cómo la fuga de “muchos” peloteros ha dejado ponchado al deporte nacional. En las líneas críticas a la forma en la que se ha manejado a la selección, asegura que el éxodo de jóvenes deportistas “compromete el futuro del béisbol cubano”, siendo la más reciente la de César Prieto. “César fue solo el último de muchos”, se lee en el artículo.
La penosa participación de la selección de Cuba es admitida en el artículo, luego de que por primera vez en su historia, el país se quedara sin representación en béisbol en los Juegos Olímpicos. Pero no resulta sorpresivo para el articulista. “Aunque se veía venir, siempre es doloroso”.
“Este es el nivel que tenemos, señores, y con esto no alcanza” continúa cuestionando.
El desempeño de la selección de Cuba dejó mucho que desear en la opinión de los críticos de la pelota. Las ruinas del comunismo han tocado incluso a los elementos que en otros tiempos protegía para su promoción en el exterior, como lo es el béisbol cubano. Y de esa decadencia, de la que a diario escapan cientos de cubanos, no excluye a los peloteros cubanos quienes ante la mínima posibilidad de fugares, no lo piensan dos veces aunque eso les cueste el destierro.
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Redacción Cubanos por el Mundo
