La neurocirujada Hilda Molina, quien era la médica del dictador Fidel Castro, ha ofrecido una entrevista a un medio argentino llamado Radio Mitre, en la que advirtió que se debe exigir la documentación de las “vacunas cubanas” que quiere impulsar el régimen contra la COVID-19.
La cubana reveló detalles sobre su experiencia bajo el régimen castrista, pero además se enfocó en hablar de los candidatos vacunales con los que se está experimentando en la isla.
Hilda Molina relató todo lo que le tocó vivir luego de llevarle la contraria a las leyes en Cuba y cuales eran los planes de Castro para colonizar latinoamérica y la creación de campamentos de “guerrilleros ideológicos” donde se formaban personas ideológicamente para que penetraran en las diferentes estructuras de las sociedad, con las que se iba a construir un “poder político” que él pudiera conquistar ese poder.
Al ser interrogada sobre incertidumbre que genera la efectividad de las vacunas cubanas contra la COVID-19 y su posible comercialización, la ex médica de Fidel Castro se remontó al año 1989 sobre la “gran experiencia” que hubo con el científico Gustavo Sierra, de la que derivó una vacuna efectiva contra el meningococo la cual se fabricó en la instituciones inmensas construidas por el dictador para la biotecnología.
Explicó que, en la isla no se le llaman vacunas cubanas sino candidatos vacunales, es decir, que el mismo régimen no reconocen que estas no son vacunas y aunque Molina dijo que desconoce su efectividad o no, aseguró que detrás del proyecto científico “hay una gran idelogía, politización y ética”, con el objetivo de vender una imagen de que quienes salvan a los pobres de la pandemia es la “revolución de Fidel Castro”, por lo que los comunistas están uniendo fuerzas para hacer eso posible.
En tal sentido, dijo que hasta el nombre y la presentación de uno de los candidatos vacunales tiene influencia ética, pues el nombre es Soberana y en la “O”del logo está la insignia del grado militar de Fidel Castro.
“Exigan la documentación de las vacunas cubanas, que certifican que una vacuna sea seria, sin política y sin ideologías (…) lo importante es que haya una vacuna efectiva y es fácil saber si lo es o no, ya que para eso hay instituciones internacionales que lo verifican”,
resaltó Hilda Molina.
En un momento incluso se refirió a cómo llego Chávez al poder en Venezuela, apoyado por Castro. Así, el líder cubano expandía su ideología y visión a otro país de América Latina. “Lo convirtió en una leyenda, y a su revolución en una epopeya“, comentó.
Ratificó que, ni siquiera la agencia cubana ha aprobado la vacuna, por lo que el régimen sigue llamándola “candidato vacunal”.
Finalmente, la neurocirujana aseveró que si algo está claro con la creación del candidato vacunal es que la dictadura está buscando lucrar de divisas y sobretodo influir ideológicamente a favor del castrismo y su poder de supuestamente “salvar al mundo”, lo cual es mentira e incluso hay un convenio con Irán para la posible fabricación, la cual estará acompañada de “mucha propaganda”.
Redacción de Cubanos por el Mundo
