No solo la producción de pan en Cuba se ve afectada por la escasez de harina de trigo. La falta de este producto también estaría perjudicando la elaboración de los embutidos y picadillos que vende el régimen de la isla a la población. La información fue reseñada por el diario oficialista Sierra Maestra, en un repaso sobre la deficiente producción de pan normado.
En un país donde abundan los cargos burocráticos más no las soluciones, el Coordinador de Programas y Objetivos del Comercio y Servicios del Gobierno provincial de Santiago de Cuba, Juan Carlos Rosell, indicó que existen limitaciones en torno a la entrega de pan, debido a problemas en la importación de harina de trigo.
Además de los embutidos y picadillos (de cuestionada calidad e incluso denunciado por venderse en descomposición), la escasez de harina también afecta la elaboración de dulce ofrecidos en las panaderías de la provincia. Pero aseguran que el “pan boncito” continuará llegando.
Como proeza informan desde Santiago de Cuba que otros productos como arroz, aceite o azúcar continúan garantizados, así como los nueve huevos por cabeza que ofrece el régimen a sus pobladores. La proteína animal, también limitada, indican que estará priorizada para “embarazadas y personas con enfermedades crónicas”, así como otras dietas médicas que estarán recibiendo pollo.
Justo este martes, la prensa oficial recogía el cuestionamiento de Miguel Díaz-Canel sobre por qué un recién nacido llega al mundo con bajo peso. Y es que la precariedad de una familia para alimentarse, afecta por igual a embarazadas o no, que deberían estar consumiendo las vitaminas y nutrientes que su organismo necesita desde las primeras semanas de gestación.
La alimentación en Cuba es una de las más grandes demostraciones de faltas de libertades de la población, teniendo que depender de lo que el régimen quiera o pueda conceder mensualmente, según la disponibilidad y sin intención de correctivos.
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Redacción Cubanos por el Mundo
