El socialismo cubano de nuevo en evidencia. En Cuba existen dos tipos de centros de aislamiento, aquellos donde se paga en Moneda Libremente Convertible (MLC) y otros a donde son enviados los cubanos que viven dentro de Cuba, este segundo “gratis”. Sin embargo, existe una gran diferencia entre ambos y que revela que el castrismo se mueve solo si existe dinero de por medio.
De acuerdo con un artículo publicado en el portal web Periódico Cubano, la “jama” que dan en los centros de aislamiento que se pagan en MLC y destinados a personas que llegan a Cuba desde el extranjero, es por mucho, muy diferente a la que dan en los que son “gratis” para el pueblo.
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Recordemos que, desde hace pocos meses, la dictadura indicó que aquellos cubanos residentes en el extranjero que lleguen a Cuba deberán pasar cinco días en hoteles que funcionan como centros de aislamiento. Para ello, el viajero está obligado a pagar un paquete que le incluye hospedaje y transporte desde el aeropuerto. Dicho paquete puede llegar a costar hasta 800 dólares.
El trato y la calidad que reciben estas personas que pagan en MLC, es diferente al que reciben quienes deben acudir a centros de aislamiento improvisados en escuelas y otras instalaciones
En tal sentido, en el Hotel Las Palmas, ubicado en Varadero, la comida que sirven a quienes se encuentran en aislamiento es apetitosa, de buen sabor y en cantidad apropiada. Mientras la que sirven en la Escuela de Instructores de Arte “Rita Longa”, en Las Tunas es lo contrario.
La foto simplemente refleja la diferencia que existe entre ambas instalaciones, lo que revela una vez más que el llamado “socialismo” es una simple palabra que el castrismo ha usado durante década para humillar al pueblo.
En la fotografía, los cubanos en el centro de aislamiento de Las Tunas reciben pollo hervido, un poco de arroz y chícharos aguados, todo eso en una bandeja de metal como si se tratarse de una prisión.
En el centro de aislamiento en MLC la realidad es otra. Arroz, carne, ensalada, refrescos enlatados, jugos.
La estancia por supuesto, también es diferente. Aquellos que pagan los hoteles gozan de camas cómodas, baño privado y aire acondicionado, todo lo contrario, a lo que se vive en los centros de aislamiento “públicos”.
Redacción Cubanos por el Mundo
