Cuba bajo el régimen comunista es una especia de chiste constante por sus casos insólitos, que parecen sacados del blog satírico El Lumpen. Una cubana identificada como Elsa Albina Dorta Santos, resiente del reparto La Caridad en la provincia de Camagüey, denuncia el robo del dinero de sus ahorros en su cuenta de banco, pero de la forma que ella jamás se esperó.
La cubana, quien cobra una pensión de mil 733 pesos cubanos como jubilada, tiene su dinero en el Banco Popular de Ahorro (BPA), con los cuales accedía a través de su tarjeta magnética que no confiaba a nadie.
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El pasado 20 de mayo de 2021, intentó extraer dinero del cajero automático, ya que tenía un dinerito guardado. Sin embargo, el cajero no le dio el dinero, al parecer por no tener saldo en la cuenta.
Extrañada, se dirigió el día 25 de mayo a la sede de la sucursal cinco mil 952 del BPA donde fue atendida por un trabajador que le dijo que el problema con su cuenta, no era asunto del banco. Molesta, exigió hablar con otra persona que pudiese orientarla mejor. Fue entonces cuando otro trabajador le informó que el dinero en su cuenta había sido extraído. Ella asombrada, afirmó que nadie tiene acceso a su cuenta ya que vive sola. Luego, indagando un poco más, el trabajador le informó que el 26 de abril se retiró de su cuenta la cantidad de tres mil 466 pesos cubanos, es decir dos meses de pensión, por orden de la filial municipal del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass).
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La cubana entonces se dirigió hasta el INASS para resolver la situación y al ser atendida, los funcionarios le indicaron algo que no podía creer. El banco había enviado una carta al INASS el pasado 13 de marzo de 2021 informando que Elsa Albina Dorta Santos había fallecido.
En la carta se detalla el número de tarjeta magnética y el último mes cobrado, que fue marzo. Fue entonces como inició el “peloteo”. En la Dirección Provincial del BPA le informaron que ese problema no era del banco sino del INASS.
El 7 de junio Elsa fue al INASS municipal donde fue atendida por un “especialista” quien le informó que su caso había sido llevado al “nivel central” del INASS y que la persona que cometió el error sería sancionada.
Le prometieron que el dinero le sería reintegrado, pero fue al cajero y nada. Le indicaron que debía esperar hasta el 25 de junio para que le ingresaran el pago de junio y julio. En medio de toda esta burocracia que caracteriza a las instituciones del régimen, la cubana afirma estar “cansada” y detalla que ha sido toda una proeza resucitarla.
“Sigo sin que me devuelvan mi dinero, porque es un trámite al parecer complicado tener que resucitarme. Y quienes me han atendido hasta el momento, ninguno ha pronunciado la palabra disculpa”.
Redacción Cubanos por el Mundo
