Sin poder controlar las kilométricas colas que se registran en Cuba de punta a punta, la “orden” es organizarlas, en medio de la pandemia por coronavirus. Desde La Habana hasta Santiago de Cuba, la indicación, es ordenarlas, valiéndose de “las fuerzas necesarias” y haciendo “lo que haga falta”.
Lo que podría haberse interpretado como un comentario aislado del Primer Ministro del régimen cubano, Manuel Marrero Cruz, al pedir organizar las colas en tiendas y mercados en La Habana, se ratifica como una política de Estado cuando las autoridades provinciales en Santiago de Cuba hicieron lo mismo.
Una nota de este miércoles en la Agencia Cubana de Noticias (ACN), que recoge el “análisis” de la situación en la provincia santiaguera en torno al coronavirus, considera “muy importante” contener las aglomeraciones y además “organizar las colas”, en vista de la gran cantidad de personas a las afueras de los establecimientos. En este sentido, responsabiliza a cada local para “controlar el orden” y evitar con ello que se violen las normativas de distanciamiento social en torno a la COVID-19.
Ya antes, Tribuna había recogido parte de las declaraciones de Marrero Cruz, sugiriendo revisar la organización en las colas, que se han intensificado en La Habana, cuando la escasez se agudiza en gran cantidad de rubros prioritarios y además se restringe la movilidad ciudadana, no por la pandemia, sino por la falta de combustible para las unidades de transporte.
Salimos hoy a las calles de La Habana y esto fue lo que vimos: colas y miseria. pic.twitter.com/MJbjLd5U53
— 14ymedio (@14ymedio) June 12, 2021
La situación de desabastecimiento de La Habana se ha agudizado en medio de la pandemia. Para hacerse de productos como aceite y pollo, los residentes de la entidad capitalina debe salir en horas de la madrugada a los comercios, hacer largas colas y suplicar porque rindan los productos en existencia.
Redacción Cubanos por el Mundo