Así paga al Diablo a quien bien le sirve. Un cubano que sirvió a los ideales de la mal llamada Revolución, al punto que decidió enlistarse para ser uno de los soldados de Fidel Castro envió a pelear en la guerra de Angola, hoy vive en la más extrema pobreza, sin hogar, sin comida, sin esperanza.
Severino Moreira es el nombre de este cubano. El hambre se nota en el cuerpo de Severino, extremadamente delgado debido a la falta de alimentos. Él afirma que fue abandonado por el régimen de Cuba, ese que se hace llamar socialista e incluso lo tildan de “loco”.
“Yo fui como francotirador (a Angola). Salí el 22 de abril de aquí y regresé el 18 de junio de 1984”, dice este cubano entrevistado por CubaNet mientras cocinaba algo que encontró para poder comer.
Vive en una pequeña vivienda hecha de madera debajo de unas palmas. Tuvo que improvisarla ya que su casa original fue arrasada por el paso del huracán Matthew.
Al pedir ayuda a la dictadura para renovar su casa, solo ha recibido ocho tejas y la chequera que tiene de mil 260 pesos, no le alcanza para sus gastos. “No me han dado nada más. Eso lo uso solo para comida, que es lo que más vale”.
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Asegura que sufre de cirrosis hepática y de los nervios, pero tu chequera no le alcanza para cubrir los medicamentos que tanto necesita, además que tampoco los consigue.
Este cubano que sirvió en Angola, culpa a la delegada del Partido Comunista de Cuba en la zona, de haberlo abandonado y de no querer ayudarlo.
“Aquí vienen todos y nadie es capaz de venir a visitarme para que vean como estoy”, asegura el cubano.
Lo único seguro con la mal llamada revolución cubana es hambre, miseria y abandono.
Redacción Cubanos por el Mundo
