Los ciudadanos cubanos Marlenis Briñones Colón y el doctor Reynaldo Carballo Cuenca, padres de la joven Chavely Carballo Briñones acusan y demandan al Instituto de Hematología e Inmunología de La Habana por practicarle una presunta eutanasia (muerte asistida) a su hija de 18 años quien padecía una leucemia linfoblástica aguda tipo B.
Según el resumen de la historia clínica de la paciente, a la joven luego de dos años y seis meses de tratamiento con quimioterapias le es realizada una biopsia de médula, la cual resultó positiva y tras una reunión con el equipo médico encabezado por un doctor identificado como “Machín” a la familia le comunican que, “no quedan alternativas de tratamiento para la curación” y que a su hija solo le quedaban cuatro meses de vida.
“El día 5 de marzo del año en curso inicia en tratamiento paliativo con el protocolo COA, este no se completa con los otros medicamentos (metrotexato y 6-macaptupurina) de la quimioterapia en las semanas siguientes pues estaba aplasiada, lo cual conduce al avance de la enfermedad, vale destacar en este sentido que en peores condiciones de aplasia la niña fue sometida a quimioterapias más agresivas, elemento que apunta y revela desde nuestro punto de vista a un abandono médico para acelerar el proceso de muerte”, indica el texto.
El resumen clínico precisó que, el día 22 de marzo, Chavely tenía inflamación en el hígado y en el bazo por lo que decidieron aplicar el segundo tratamiento con el protocolo COA, “lo cual mejora la distensión abdominal”.
La joven fue trasladada el 27 de marzo al Instituto de Hematología de La Habana
La niña fue trasladada el 27 de marzo al Instituto de Hematología en coordinación con el Dr Machín, debido a que estaba presentando cólicos y diarreas, “es mantenida en observación hasta las 12:00 am periodo en el que se le administra cloruro de sodio y quinder y, tras un hemograma se decide internar a la joven en el centro antes mencionado.
Luego de estar ingresada, Chavely presenta inflamación en los pies y dificultad para respirar, por lo que le es retirado el cloruro de sodio y le administraron una primera dosis de rosefín a las 7 de la noche, tras una transfusión de hemoglobina y plaquetas la joven pasa la noche estable.
El día 28 de marzo, luego de una transfusión de plaquetas la joven continua con diarreas, “no abundantes ni seguidas” y le administran la segunda dosis de rosefín, tras presentar dolor en la espalda y “respiración molesta” el doctor Machín decide indicar la administración de sedantes para mantenerla dormida “hasta que rebase la crisis”.
A la joven se le administró espamoforte para aliviar el dolor, a las 15 horas le ponen 8cc de diacepanen en vena, a las 17:30 se le administra morfina, con lo cual la niña duerme y se despierta disociada, a las 19:00 horas se le administra 8cc de diacepan, según la doctora “para mejorar la respiración”.
“La niña pareciera drogada y pidiendo al papá que no la dejara morir, a las 23:00 horas se le administra nuevamente 8cc de diacepan en vena, la niña no duerme y está inquieta pidiendo que no la dejen morir, pero no tiene dolor solo disasociada incongruente con dificultades para hablar por la cantidad de drogas administradas desmedidamente y con el marcado propósito de asesinarla, ese es el criterio aprobado”, aseguran.
Tras ser medicada le informan al padre de Chavely que “estaba agonizando”
En horas de la madrugada, a Chavely se le administró una nueva dosis de morfina y 10 cc de cloropromacina, luego de esto la joven empezó a convulsionar y es cuando le dicen al padre que, la niña “estaba agonizando”.
Reynaldo Carballo al ver que su hija había entrado en un coma agonizante pidió el traslado de la menor a la sala de Cuidados Intensivos, solicitud que le es negada, “era evidente el criminal propósito de acabar con la vida de nuestra hija”, aseguran.
Según la información suministrada por el padre de Chavely Carballo a través de su perfil de Facebook, la niña presentó en dos ocasiones un paro, en uno salió por si sola y en el otro gracias a la ayuda de su padre, cabe destacar que, en ambas ocasiones los médicos no prestaron las atenciones que requería la joven.
“Es evidente que nos encontramos ante un acto deliberado de eutanasia”
Tras todo lo ocurrido, la familia Carballo pudo trasladar a su hija a cuidados intensivos con la ayuda de un doctor identificado “Juan Antonio”, quien honestamente explicó que, solo podría postergar la vida de Chavely “por unas horas cuando más 1 día”.
“A las 15:30 horas de ese día 29 de marzo fallece la princesa de la familia, producto de la conspiración de un grupo de médicos que deciden que debía morir bajo el exceso de sedantes”, precisó el documento.
Los padres de Chavely aseguraron que, “es evidente que nos encontramos ante un acto deliberado de eutanasia, es decir, de poner fin a la vida de un apaciente, que no es el caso de voluntad propia o de petición de sus familiares, y siempre que se aplica contra la ética y constituye siempre un acto criminal”.
“Quienes son estos médicos para pasar por encima de las leyes y los deseos de última voluntad de pacientes y familiares, sin respetar que el proceso natural de la muerte, para que siga su curso en la fase terminal de su enfermedad”, es la interrogante que se hacen ahora los padres de la joven.
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Redacción de Cubanos por el Mundo.