Roberto Hernández, reconocido como uno de los mejores corredores que ha tenido Cuba, falleció a los 54 años de edad, informan medios oficialistas. El corredor cubano murió el lunes luego de pasar más de un año batallando contra una cardiopatía que lo llevó en varias ocasiones a estar hospitalizado.
Según el portal JIT, la enfermedad de Roberto Hernández agravó de forma considerable su estado de salud y su muerte llega luego de estar varios días internado en los servicios de terapia del hospital docente clínico quirúrgico Joaquín Albarrán, en la capital.
El presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, detalla que es una “pérdida enorme” la muerte de Roberto Hernández, recordando que fue precisamente él quien le arrebató el récord nacional de los 400 metros.
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El corredor cubano nació en Camagüey, pero su formación como deportista se concretó en la localidad matancera de Limonar, donde vivió desde niño y conoció a otro astro mundial, el ex saltador de altura Javier Sotomayor, del que se hizo amigo inseparable.
Sotomayor se pronunció sobre la muerte de su colega y amigo, afirmando estar muy triste por lo ocurrido.
“Hoy es un día muy triste para mí. Se marchó un hermano, un amigo, un compañero de equipo desde que éramos niños en Limonar. Son incontables los lindos recuerdos y experiencias que vivimos juntos y que guardaré siempre conmigo, como amigo, como colega y como el extraordinario atleta que fue”.
Roberto Hernández integró el relevo 4×400 que ganó la medalla de plata olímpica en Barcelona 1992, y reinó de manera individual en universidades mundiales, copas del orbe y en los Juegos de Buena Voluntad de 1990.
Aún le pertenecen los récords nacionales absolutos de 44,14 segundos y 45.05 segundos.
Redacción Cubanos por el Mundo
