Un cubano identificado en redes sociales como Jesús Álvarez Laguna denunció en su cuenta de Facebook las irregularidades en la venta de yogurt en una tienda de Las Tunas, donde además se enfrentó al representante del régimen en el sitio.
De acuerdo con el relato del joven, en la Tienda El Girasol ,ubicada en la Avenida 1 de Enero, del Reparto Santos, del Consejo Popular 5, del municipio Tunas llegó un vehículo cargado de bolsas del producto del lácteo natural, destinadas a la venta liberada.
“En dicha entidad se estaba vendiendo un módulo asignado a una bodega. Se implementó lo que está establecido y como es justo si usted deseaba comprar yogurt debía ubicarse en la misma fila junto a las personas que esperaban su módulo. Pasaron 18 personas y el yogurt se agotó”,
explicó el cubano.
En vista de lo rápido que se había acabado el producto, el joven hizo uso de sus derechos como ciudadano y se dirigió al “representante” del régimen en la tienda pidiendo una explicación sobre donde estaba el yogurt destinado a la venta.
Álvarez lagun a no pudo evitar notar que “el individuo estaba bajo la cómoda temperatura de la ventilación de la tienda” recostado al mostrador sin saber en que situación estaban las personas en la cola y sin importarle las necesidad del pueblo que se encontraba bajo el inclemente sol.
“¿Dónde está el yogurt?”, preguntó el joven, a lo que el representante de la tienda respondió: “¿Y tú quién eres?”.
“Perdone, usted no es mi amigo, ni es mi familia, no me tutee, diríjase por favor a mi persona con respeto”, respondió el joven cubano.
Luego de obtener esta respuesta, el representante del régimen, “adoptó una postura firme” y dijo que en la tienda solo habían abastecido con apenas 4 cajas del producto. “Entonces me surgió otra interrogante, ¿Por que razón no se reguló la cantidad? Ya que estaban vendiendo 4 bolsas por persona”.
El hombre resaltó que regular la venta de yorgurt no era su trabajo, que eso dependía de la administración de la tienda. Cuando el joven le pidió identificarse el representante del régimen se exaltó y alegó que no tenía porqué decir su nombre.
En la publicación el joven explicó que, después de enfrentarse verbalmente con el elemento de la dictadura, le ofrecieron dos bolsas de yogurt que supuestamente se había agotado su existencia para la venta.
“Me enfurecí y le pedí que saliera de la tienda y fuera hasta la cola y allí le diera una explicación al pueblo, pero el pueblo enmudeció y ni siquiera se atrevió a cruzar miradas”,
añadió Álvarez.
Ante la indignación por lo que había sucedido, el joven sentenció: “A ningún representante de este gobierno le interesa tú bienestar. Los recursos de cada nación le pertenecen a sus ciudadanos, el gobierno solo los administra. Es nuestro derecho exigir una respuesta, una explicación, es nuestro deber construir una nación próspera y para ello hay que romper EL SILENCIO”.
En tal sentido, el cubano le pidió al pueblo despertar, ya que carece de identidad: “Esta sociedad necesita descubrir quiénes son y lo que les pertenece para que luego puedan lanzar un grito de libertad que estremezca a toda Latinoamérica”.
Finalmente, ante el silencio de los cubanos por la irregularidad de la venta del yorgurt a pesar de que él dio el paso para que el pueblo reclamara, Álvarez aseveró entender que esa ya no era su batalla y que no pertenece a ese lugar lleno de cobardes.
Redacción de Cubanos por el Mundo
