El descabello plan para hacerse con el poco dinero que conservan los cubanos llevó al régimen a emitir más de 42 mil multas por “propagación de epidemias” en tan solo dos meses. Esta sorprendente cifra corresponde únicamente a La Habana, Cuba.
En medio de la compleja situación epidemiológica que enfrenta la isla, así como la dramática crisis económica provocada por la mala gestión de la dictadura en los más de 62 años que suma en el poder, los esbirros no cesan de emitir multa tras multa para arrebatarles el pan diario a los cubanos .
Según Orestes Llanes Mestre, jefe del subgrupo de Control y Fiscalización del Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento a la COVID-19 en la capital, “en el mes de junio se impusieron en La Habana 26.000 multas por las contravenciones de las medidas establecidas para prevenir la transmisión del coronavirus”.
La autoridad castrista también explicó que en lo que va de julio ya suman más de 15.000. Sin embargo, dicho conteo se habría efectuado antes de las protestas masivas del 11 de julio en La Habana y el resto Cuba.
“Entre las violaciones más frecuentes se encuentra el no uso o uso incorrecto del nasobuco, la realización de fiestas u otras actividades masivas, permitir la presencia activa de menores en la vía pública, el incumplimiento del distanciamiento físico y el aislamiento domiciliario”
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En La Habana multan hasta por beber agua
De acuerdo con la prensa oficialista, en La Habana también se han aplicado 549 multas a los ciudadanos que han llegado hasta las playas y costas con el fin de bañarse. Además, reportaron una mayor incidencia de “violaciones” en Guanabo y Cojímar.
El régimen vio una oportunidad millonaria con el inicio de la pandemia, especialmente en La Habana y provincias cercanas. Desde ese momento, los castristas decidieron implementar una nueva modalidad para enriquecerse con el poco poder adquisitivo de los cubanos que aún residen en la isla y que, desde luego, no pertenecen a su élite.
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En cientos de oportunidades los cubanos han denunciado la imposición de multa tras multa, una más disparatada que la otra. Multado por ajustarse el nasobuco, multado porque el niño se retiró el nasobuco menos de tres segundos, multado por beber un sorbo de agua. Y así continua la larga lista de correctivos absurdos implementados por los esbirros del régimen.
Redacción Cubanos por el Mundo