En Santiago de Cuba no solo existen fosas comunes donde el régimen sepultó a las personas que fallecieron por coronavirus, sino que además las morgues de la provincia y las funerarias están totalmente colapsadas. De acuerdo con el portal Diario de Cuba, la COVID-19 ha generado una situación dramática en el oriente del país, donde existe un déficit de carros fúnebres para transportar a los muertos hasta el cementerio.
Las morgues, colapsadas en su totalidad, con cadáveres apilados y problemas para producir nuevos sarcófagos.
Familias que perdieron a algún ser querido a causa de la COVID-19, detallan que existe una desorganización “tremenda” tanto en las funerarias y morgues, como en los hospitales a la hora de entregar al muerto.
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Solo en el hospital Juan Bruno Zayas, más de una veintena de fallecidos del sábado para el domingo, estuvieron sin refrigeración, apilados en una camilla y sobre el piso, hasta la tarde del martes 4 de agosto.
En el Saturnino Lora, los que hacen vida en el centro hospitalario se quejan del mal olor que emiten los cadáveres en la morgue, ya que estos no son retirados a tiempo y los restos de las autopsias son recogidos cada tres días.
Mayelín, una estudiante de medicina, detalló que la muerte de su madre resultó ser aún más dolorosa debido a todo lo que tuvieron que atravesar para que su cuerpo fuese preparado y entregado.
“Cuando falleció mamá no había nada. Faltaba alcohol, guantes y hasta sutura. Cuando lo resolvimos por la izquierda, no aparecía el médico. Al final faltaba el técnico y les dio por desinfectar el salón de autopsias. Estuvimos 36 horas, y sin irnos, para que el cadáver no se extraviara”, relató.
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Richard, otro cubano que perdió a su padre, detalló que lo encontró en un políclinico “tirado en el piso” con el envase de comida full de gusanos porque llevaba cuatro días en ese estado.
“Me quejé y una enfermera dijo que no podían tocar a los pacientes. Cuando le dieron una cama, falleció. Lo enterramos a las 72 horas”, comentó.
Fosas comunes en Santiago de Cuba
En vista del colapso en las funerarias y morgues, los cubanos deben enterrar a sus seres queridos en sarcófagos blancos y fosas comunes en Santiago de Cuba. Estos dos elementos se han convertido en la parte visible de la crisis de la COVID-19 en la provincia.
Susana, una santiaguera que perdió un familiar, exhorta a la prensa castrista a trasladarse hasta el lugar para corroborar ellos mismos la existencia de fosas comunes.
Redacción Cubanos por el Mundo
