Poco a poco la mal llamada revolución socialista se va quedando sin sus “héroes”. Medios oficiales informaron recientemente la muerte de otro alto mando cubano. Se trata del coronel de la reserva Santiago Lorenzo Hernández Cáceres, quien murió este miércoles a los 82 años de edad bajo circunstancias no informadas.
Este sería el octavo combatiente de la revolución castrista que fallece en las últimas semanas, sin que el régimen informara nada al respecto, más allá de la noticia.
Según se lee en la nota del diario Granma, el alto mando cubano nació en el municipio de San Juan y Martínez, provincia de Pinar del Río en el seno de una familia de campesinos.
En 1957 se convirtió en un guerrillero dentro de una las células del Movimiento 26 de julio, cumpliendo diversos atentados contra la dictadura de Fulgencio Batista.
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De acuerdo con el historial que desglosa el Granma, Hernández Cáceres era todo un comunista a cabalidad, ya que formó parte activa en la constitución de la Unión de Jóvenes Comunistas y la construcción del Partido en las FAR. Fue jefe de la sección de la UJC y de la Dirección de Organización de la Dirección Política; jefe de las Secciones Políticas de los Ejércitos Central, Occidental y de las Misiones Cubanas en la República Popular de Angola y Etiopía durante el cumplimiento de misiones internacionalistas.
También informa que “desarrollo importantes tareas en el exterior”, por lo que podemos suponer que al ser un militar poco conocido en la palestra pública, podríamos estar hablando de un espía cubano.
Desde hace varias semanas, varios militares cubanos de diferentes rangos, entre generales, coroneles y capitanes, han fallecido en Cuba en medio de un fuerte brote de coronavirus. Con esto no queremos decir que los altos mandos hayan muerto a causa de la enfermedad, pero el hermetismo de la dictadura al respecto hace pensar que si.
Redacción Cubanos por el Mundo
