El llamado “hombre nuevo” de la revolución cubana de nuevo en evidencia. En la provincia de Ciego de Ávila, trabajadores castristas del sector salud fueron arrestados por la presunta extracción y posterior venta de medicamentos destinados a tratar a pacientes con la COVID-19, en medio de una crítica situación epidemiológica.
Este sistema de aprovechamiento llegó a ser tan descarado, que los funcionarios del represivo Ministerio del Interior (MININT), que por largo tiempo se hicieron de “oídos sordos” a las denuncias, no pudieron seguir indiferentes ante la situación.
Todo llegó luego de que el mandamás cubano Miguel Díaz-Canel, en un intento por levantar su dañada imagen ante el pueblo, denunciara la venta de medicamentos en el mercado negro, único lugar donde los cubanos pueden encontrarlos.
TE PODRÍA INTERESAR: En una Cuba sin medicamentos, Díaz-Canel quiere acabar con la venta de fármacos en el mercado negro
Ahora los trabajadores castristas del sector salud están siendo procesados, por lo que se encuentran en prisión provisional.
Durante una reunión gubernamental desarrollada el pasado sábado, Díaz-Canel ordenó decomisar todos los medicamentos que se están vendiendo de manera ilegal para que vayan “hacia los hospitales y los lugares donde se está enfrentando la COVID-19”..
Adrián Barrios, un médico residente en La Habana, asegura sin embargo al portal CubaNet, que la culpa de la escasez de medicamentos no la tienen quien los vende en el mercado negro, sino del régimen que no puede mantener abastecidas las farmacias.
“Si en la farmacia hubiera Azitromicina, nadie pagaría 1 000 pesos por un blíster”, declaró.
El galeno lamentó que las autoridades continúen culpando a la ciudadanía de los problemas de la Isla, cuando “los únicos responsables de todos y cada uno de esos males son los propios gobernantes”.
Redacción Cubanos por el Mundo