Los dirigentes castristas de Pinar del Río han calificado la situación de la provincia como muy crítica debido a la propagación de la COVID-19, pero no hacen nada para solucionarlo.
El discurso repetido de la dictadura ante la propagación de la enfermedad es que el pueblo tiene la culpa porque “no respetan las medidas” tomadas desde hace más de un año, pero que han sido fallidas desde el principio.
Según el medio castrista Periódico Guerrillero, el director provincial de Salud Pública, Ariel Godoy del Llano informó que en los últimos 15 días, en la provincia han resultado positivas a la enfermedad seis mil 489 personas.
Y esta situación se repite en todas las provincias cubanas, donde la tasa de contagios y el número de fallecidos aumenta cada día, mientras que los representantes de la tiranía solo responsabilizan a los cubanos, pero no se encargan que abastecer el país de medicinas.
“La indisciplina es factor predominante”, expresó el primer secretario del Partido en la provincia, Julio Cesar Rodríguez Pimentel, pero sería importante preguntarse, ¿qué está haciendo la dictadura para frenar el contagio o para mantener los hospitales en condiciones óptimas para atender a los enfermos?
En la provincia se mantienen las mismas medidas restrictivas que ya estaban impuestas y la dictadura cree que esto es suficiente para los cubanos que no tienen garantías de salud en ninguna parte del país.
Los representantes del régimen en Pinar del Río pidieron evitar la movilidad de personas y vehicular ante la crisis sanitaria que atraviesan. Mientras que los cubanos exigen medicinas, insumos médicos y atención en los hospitales en los que no reciben a los pacientes porque no tienen capacidades.
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Redacción Cubanos por el Mundo
