El mandamás cubano Miguel Díaz-Canel, aseguró que no siente ningún tipo de arrepentimiento por convocar a la violencia el pasado 11 de julio, como mecanismo para contrarrestar las protestas populares.
El castrista hizo dicha declaración el pasado 19 de agosto durante un encuentro que sostuvo con sus voceros comunistas, a quienes pidió defenderlo en las redes sociales.
Aquél histórico 11 de julio, Miguel Díaz-Canel hizo una comparecencia en la televisión nacional donde instó a los cubanos a enfrentarse entre sí, para evitar que el poder popular le arrebatara su trono.
Pero la reunión fue transmitida el martes 24 de agosto por la televisión cubana durante el espacio Mesa Redonda, donde el mandamás asegura no sentirse arrepentido por ese llamado a la violencia, pese a que manchó por completo su imagen.
“Hice un llamado al pueblo aquel día porque me pareció que era lo correcto. No me arrepiento, ni me arrepentiré. Había que defenderse contra las manifestaciones que no eran para nada pacíficas. Pudo haber algún exceso, pero aquí no hay nadie desaparecido ni torturado”, expresó.
El 11 de julio, el mandamás pidió a sus esbirros salir a la calle: “La orden de combate está dada. ¡A la calle los revolucionarios!”.
Fuerzas represivas salieron armadas con palos, piedras y pistolas para enfrentar a los manifestantes desarmados.
RECOMENDADO: Los masones en Cuba le sacan el cuerpo a Díaz-Canel y no se prestan para su show
Unas 854 personas fueron detenidas a raíz de las manifestaciones, varias de ellas menores de edad, según Cubalex.
Actualmente permanecen detenidas unas 400 y dos en desaparición forzada, de acuerdo a información compartida en redes sociales por la activista de los derechos humanos y colaboradora de Cubalex Salomé García Bacallao.
Redacción Cubanos por el Mundo