Una cubana identificada como Yeleinis Ruiz Padrón, residente en la ciudad nuclear de Juraguá, Cienfuegos, denunció que perdió a su bebé luego de recibir uno de los inventos de vacunas del régimen de Cuba contra las COVID-19.
Según denunció la cubana al portal CubaNet, ella llevaba ocho meses de embarazo “perfecto”, pero tras recibir la primera dosis, comenzó a presentar una serie de complicaciones que para ella, estuvieron relacionadas con el fármaco.
“Empecé en noviembre el embarazo, un embarazo perfecto. No tuve problemas de presión ni nada. Fue un embarazo perfecto hasta el 30 de julio de 2021, cuando me ponen la vacuna. A las 12 de la noche del 31 de julio, después de ponerme la vacuna, comencé con pérdida de líquido”, explicó la joven.
Para esta mujer cubana, lo ocurrido fue un caso de negligencia médica, pese a que la dictadura ahora se quiera lavar las manos.
Negligencia médica
La mujer explica que fue llevada a un policlínico de la localidad y luego a un hospital el 1 de agosto a las 2:00 de la madrugada.
Pero pese a la intervención de los médicos, las complicaciones no terminaron, calificando además que la atención fue deficiente.
Idalma Ponce Díaz, suegra de Yeleinis, relató a que pasó tres días en el hospital, hasta que fue sacada de allí, pese a la delicada situación en que se encontraba.
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“Iba con sangramiento, con un poco de contracciones. La tuvieron de viernes a lunes en el hospital. El lunes prácticamente la sacaron de allí”, indicó la mujer.
Aún con fuertes síntomas, la joven pidió que la realizaran más pruebas, pero los médicos de guardia le dieron el alta.
“Me dan el alta y le digo a la doctora que me hiciera un ultrasonido y ella no me quiso ni hacer un test rápido ni hacerme el ultrasonido”, detalla Ruiz Padrón.
Ante este evidente caso de negligencia, las quejas llegaron hasta la dirección del hospital, cuyo director ordenó que la volvieran a ingresar para hacerle todas las pruebas necesarias.
Yeleinis Ruiz Padrón fue trasladada a un hogar materno, donde se le practicó un test rápido, con resultado positivo a la COVID-19. Tras el diagnóstico, le informaron que no podía estar allí y la remitieron una vez más al hospital de donde la habían sacado un día antes.
“Me dejaron sola en Urgencias, donde estaban todos los infectados con la COVID-19. Yo tenía 37 semanas de embarazo. Me revisaron, me auscultaron, no tenía nada en los pulmones. Y así mismo, estando embarazo y con pérdida de líquido, me mandaron para la casa”, precisó la joven.
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Pese a su estado, los médicos del hospital le informaron que al bebé no le pasaría nada, exhortándola a “quedarse tranquila”.
Muere el bebé tras vacuna contra la COVID-19 en Cuba
Pese a estar bajo vigilancia médica, la joven cubana es quien alerta a los médicos de que su bebé ya no se movía como antes, incluso que no lo sentía ni siquiera. Sin embargo ni las súplicas hicieron que el persona médico autorizara un ultrasonido en ese momento.
Un día después, cuando a la paciente se le realizó el ultrasonido, el personal médico confirmó la peor de las noticias: el bebé había muerto en el vientre de la madre infectada con la COVID-19, pese a haber recibido la vacuna.
Redacción Cubanos por el Mundo
