La cubana Yaima Morfa, contó a través de sus redes sociales el infierno que tuvo que sufrir su abuela momentos antes de morir, gracias a la ineficiencia y crueldad de la mal llamada “potencia médica” de Cuba, asegurando además que la vacuna Abdala habría complicado el estado salud de la anciana, lo que la llevó al fatal desenlace.
Morfa hizo uso de su cuenta personal de Facebook para contar el amargo y trágico momento.
“Hace como 12 días aproximadamente fueron a mi casa en Chambas, Ciego de Ávila, a ponerla la primera dosis del candidato vacunal Abdala a mi abuela de 95 años, no le tomaron la temperatura, ni le preguntaron si era alérgica”,
comenzó a relatar Yaima Morfa.
Morfa agregó que su abuela sufría de catarro y fiebre de vez en cuando, y rara vez esta situación perjudicaba a sus pulmones. Pero tres días después de colocarse la vacuna Abdala, comenzó a presentar fiebre de 38 grados y, al cuarto día, ya había perdido el apetito.
Días más tarde, la señora comenzó a sentirse mal, por lo que tuvo que ser trasladada de emergencia hasta el hospital más cercano.
“Primer suceso: el de la ambulancia le dice a mi hermano y a mi tío que ellos son los que tienen que subir a mi abuela a la misma. Llegan al policlínico y no aparece la camilla, se demoran buscándola. Hay un médico que debería atenderla metido en Messenger que no tiene ni idea de nada; una enfermera pasa y también se desentiende”
Morfa expresó que fueron su hermano y su tío quienes prácticamente le prestaron los primeros auxilios a su abuela debido a la absurda e ineficiente mal llamada “potencia médica” cubana. “Uno le tomó el pulso y otro le aguantaba la boquilla. Duró 10 minutos y dejó de respirar”.
La situación más descarada fue relatada a continuación: “Al rato llegó el médico y solo dijo “Ah, acaba de fallecer, dime la hora”, y la enfermera la cubrió con una sábana”.
Para colmo de males, Yaima Morfa señaló que tuvieron que esperar para darle cristiana sepultura a su abuela, debido a que el carro fúnebre, como de costumbre, no servía, y en el cementerio local no había capacidad para el sepelio, por lo que tuvieron que realizar dicha acción en un pueblo vecino.
“Abdala le adelantó la muerte, esto no tiene otra lectura”, finalizó tajante.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
