Los casos de muerte por COVID-19 en mujeres embarazadas han aumentado y se han contabilizado 28 en el mes de agosto, según las cifras de la dictadura, pero pueden ser más.
La situación se vuelve preocupante para la sociedad porque se trata de un grupo de mujeres vulnerables ante el virus y porque en la isla no hay insumos necesarios para atenderlas y salvar su vida.
Desde el mes de enero a la dictadura no le ha quedado de otra que comenzar a publicar las cifras de muertes de embarazadas, después de que el año anterior querían llenarse la boca diciendo que no hubo muertes de embarazadas en el 2020 a causa de la COVID-19.
Actualmente y según el reporte del titular de epidemiología del MINSAP, en 25 días, entre el primero y el 25 de agosto, se habían contabilizado 28 mujeres embarazadas fallecidas, según sus cifras, pero por denuncias de los cubanos se ha conocido que en Cuba fallecen muchas más personas que las que publica el ministerio de salud castrista.
El aumento descomunal de muertes ha ocurrido en los últimos días, cuando la situación epidemiológica se ha vuelto cada vez más complicada y los hospitales siguen con sus capacidades llenas, regresando a los pacientes a su casa porque no los pueden atender.
La jefa nacional del Programa de Atención Materno-Infantil, Noemí Causa Palma afirmó al diario oficialista Granma que las causas principales de muerte de mujeres contagiadas con la COVID-19, han sido la hipertensión arterial, diabetes, edades gestacionales mayores a 26 semanas, y madres mayores de 30 años.
Pero con esto la dictadura trata de justificar las muertes para tapar su ineficiencia a nivel de salud y la culpa por dejar morir a mujeres en periodo de gestación que padecen la enfermedad.
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Redacción Cubanos por el Mundo
