El opositor cubano Ángel Moya Acosta, quien fue nuevamente víctima de represión por parte de los esbirros del régimen, relató cómo fue su injusta detención llevada a cabo en horas de ayer miércoles 9 de septiembre.
Es importante recordar que agentes de la Seguridad del Estado y Policía Nacional Revolucionaria (PNR) habían interceptado a Ángel Moya Acosta en Lawton, La Habana, una información que se conoció en primera instancia gracias a la denuncia de la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler.
En tal sentido, el opositor contó a Radio Martí que había sido arrestado por no acatar una injusta orden del régimen de permanecer bajo prisión domiciliaria.
“Ayer alrededor de las 10:00 de la mañana, cuando salí de la sede nacional de las Damas de Blanco, me intercepta la Seguridad del Estado con el objetivo de que virara hacia atrás”,
relató Ángel Moya Acosta.
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El activista, según cuenta, rechazó tajantemente la orden de los agentes, afirmándoles que “la casa no es calabozo”. Como se esperaba, los uniformados pidieron refuerzos para reprimir de forma violenta al opositor.
“Me montaron en un carro civil, con chapa civil de los que usan para trasladar a los detenidos políticos y me llevan hacia la unidad de la policía de Cojímar, donde me confinaron en una celda”.
Ángel Moya Acosta contó que no fue hasta pasada las 8:00 de la noche que los mismos esbirros represores lo trasladaron hasta una cuadra antes de llegar a la sede de las Damas de Blanco, con el fin dejarlo en libertad en la vía pública.
“La causa fundamental de mi detención fue mi negativa a regresar a la sede nacional de las Damas de Blanco”.
Entretanto, recordó que el pasado 13 de julio, autoridades del régimen le impusieron tanto a él como a Berta Soler, una medida cautelar de prisión domiciliaria. “No acatamos porque carece de legimitidad”, sentenció.
Redacción de Cubanos por el Mundo