Los hermanos Jorge y Nadir siguen detenidos y son dos víctimas más de la represión de la dictadura hacia todos los que participaron en las protestas del 11 de julio en su contra.
Los hermanos siguen encarcelados y acusados de presunta propagación de epidemias, instigación a delinquir, desacato y alteración del orden público.
La señora Marta, madre de los jóvenes le contó a Cubanet que la familia no sabe nada de ellos desde que fueron detenidos, solo ha recibido un mensaje que le envió una conocida diciéndole que estaban siendo maltratados.
“Torturaron a Jorgito en la cárcel. La enfermera de la prisión del SIDA, que lo atendió, se lo dijo a una amiga mía. Les daban golpes y los ponían a gritar: !Viva Díaz-Canel! y todo eso. Ella lo vio llorar, pero Jorgito era una tranca, no gritó nada”, decía el mensaje.
La cubana cuenta que en su casa no saben nada de ellos, los mantienen incomunicados durante más de 50 días. Contó que Nadir es el hijo menor y es muy enfermizo, por lo que le preocupa su estado de salud.
Aunque les contrataron un abogado en su defensa, nadie ha podido ver a los jóvenes, por lo que la madre no sabe si creer en lo que le cuentan. Le dijeron que a Jorge lo pusieron en una celda de castigo sin agua para obligarlo a filmar una declaración con la que no estaba de acuerdo.
La madre de los cubanos contó que sus hijos escucharon el toque de cazuelas el 11 de julio y salieron junto a su padre y dos amigos, a las calles a unirse a un grupo de personas marchando exigiendo la libertad del país.
Contó que su hijo mayor, Jorge, grabó algunos videos de la manifestación donde solo se veían las personas caminando y posteriormente fueron atacados por un civil apoyado por la policía, sin embargo ellos solo gritan: “libertad”.
La mamá de los jóvenes detenidos relató que esa misma noche, ya en su casa, ellos comienzan a recibir mensajes amenazándolos y acusándolos por presuntamente haber sido los líderes de la protesta.
“Ellos se sumaron como tantos. Lo que pasa es que son muchachos muy conocidos y que la gente respeta”, explica su madre Marta Perdomo. “Nadir estudió lenguas extranjeras y ha sido profesor, además es muy sociable, y arrastra un pueblo. Con él no se puede salir a la calle porque todos lo saludan. Jorge, aunque es más serio, es muy inteligente y la gente oye sus criterios. Quizá por eso se han ensañado con ellos”, dijo la señora Marta.
Seis días después de las protestas, la policía castrista los fue a sacar de su casa engañados para una supuesta entrevista, pero se los llevaron detenidos y desde ese momento su familia no los ha visto más, pero sí han recibido amenazas en su casa para que callen el caso y después de 11 días se enteraron que estaban en la prisión del SIDA.
Hace dos días les dijeron que los llevaron a Quivicán donde deben esperar el juicio.
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Redacción Cubanos por el Mundo
