Ya son más de 70 días los que el líder opositor José Daniel Ferrer lleva secuestrado por el régimen, únicamente por exigir libertad para su país durante las históricas protestas acontecidas en Cuba el pasado 11 de julio.
Desde el momento de su detención, la familia no ha parado de exigir a la cruel tiranía castrocomunista su libertad. Además, han pedido una y otra vez fe de vida del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), misma que no conceden. Es importante recordar que José Daniel Ferrer había advertido declararse en huelga de hambre momentos antes de su secuestro, como efectivamente pasó, y lo que eleva la preocupación de sus allegados.
“70 días sin ver ni escuchar a mi hermano José Daniel Ferrer. Es indescriptible el sufrimiento y el dolor que causan tan cobardes, viles y crueles tiranos, incapaces de respetar los derechos y libertades del pueblo cubano”,
escribió su hermana Ana Belkis Ferrer en Facebook.
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A pesar de haber trascendido que el promotor de Cuba Decide presuntamente se encuentra en la prisión de Mar Verde, es bien sabido que al régimen se le puede creer poco y nada, por lo que hasta la fecha no se sabe con total certeza ni su paradero ni su estado de salud, el cual dicho sea de paso, se encontraba delicado.
Artimañas de la Seguridad del Estado en el caso de Ferrer
Hace pocos días, la (in)Seguridad del Estado, haciendo uso de sus artimañas, difundió un video de Ferrer “grabándose a sí mismo”, con mascarilla y camiseta blanca, en el que supuestamente desmiente haber recibido maltrato por parte de los esbirros durante su fatídica estancia en prisión. “Un abrazo para mi esposa, hijos, hermanos, madre”, se escucha en el video.
Antes, su esposa Nelva Ortega y su hijo, José Daniel Ferrer Cantillo, recibieron una carta escrita supuestamente por el opositor, y entregada por el jefe de la cárcel de Mar Verde. Según la misiva, Ferrer estaría en condiciones infrahumanas, además de sufrir acides y dolores estomacales a consecuencia del hambre que ha padecido.
Es importante resaltar que la familia nunca pudo confirmar si la carta era legítima.
Redacción de Cubanos por el Mundo
