Después de año y medio de decretada la pandemia por COVID-19, el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, señaló que de continuar con el ritmo de vacunación global, es muy probable que en un año se pueda volver a la vida “normal”.
Pese a este pronóstico, el funcionario aclaró que eso no significa que no puedan surgir nuevas variantes, pero considera que las vacunas van a permitir controlar la propagación de virus.
En sus declaraciones, el experto confirmó la posibilidad que muchos científicos y expertos han manejado en los últimos días, que la vacunación contra el SARS-CoV-2 requiera un refuerzo anual. De esta manera, los gobiernos deberán adaptar sus planes de vacunación para llegar a todos los habitantes.
Pfizer justamente recibió autorización de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos para administrar la tercera dosis del fármaco, la misma que se aplicó Joe Biden este lunes.
Pfizer apuesta por una tercera dosis de “refuerzo”
En días previos la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a la comunidad internacional omitir, al menos por ahora, una dosis de refuerzo con el fin de que los países más pobres tengan acceso a las vacunas, Pfizer apuesta por aplicar terceras dosis y fabricar nuevas en masa en Estados Unidos.
Aunque por el momento no exista una vacuna autorizada para los menores de 12 años, en varios países se está debatiendo cuál sería la indicada para los infantes. Sin embargo, se conoció que las administradas a niños tendrían una dosis menor, pero también habría refuerzo para generar reacción “comparable” a la observada en pacientes de 16 a 25 años.
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Además, se informó que Pfizer se asociará con el laboratorio brasileño Eurofarma para producir vacunas contra la COVID-19 en América Latina. De esta manera, se recibirá sueros de la vacuna ARN mensajero de la farmacéutica, pero envasará a partir del año 2022.
Redacción Cubanos por el Mundo