El régimen de Cuba sigue sangrando por la herida. Una vez más, la dictadura ataca a la manifestación convocada para el 15 de noviembre (marcha del 15N), en vista de las enormes expectativas que está levantando a nivel internacional.
El acólito de la dictadura encargado esta vez de criticar la convocatoria fue Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y el jefe de su Departamento Ideológico, quien culpo al Gobierno de los Estados Unidos de organizar y promover la marcha cívica que exigirá un cambio rotundo en la isla cárcel.
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“Ahora aparecen con una supuesta marcha pacífica. No es más que una escalada en el modo de actuar contra la Revolución y un desafío a las autoridades y al Estado de derecho socialista refrendado en nuestra Constitución; es una provocación como parte de una estrategia de ‘golpe suave’”.
El castrismo negó a los organizadores de la marcha del 15N el derecho a manifestarse, alegando que solo los “revolucionarios” tienen derecho a protestar o marchar en la Cuba comunista.
Pero los representantes de la dictadura están intentando, de una forma u otra, desacreditar la protesta. Polanco Fuentes afirmó que el régimen no va a “legitimar” lo que describió como “accionar imperialista en la política interna” ni dará “cauce a los deseos de restauración neocolonial que han acumulado algunos y que se refuerzan en situación de crisis”.
Y es que para la dictadura resulta impensable que cubanos expresen su pensamiento libremente, por lo que intentan vestir la marcha del 15N como un acto “contrarrevolucionario”, que lo único que hace es darle más deseos a la gente de salir a las calles.
Redacción Cubanos por el Mundo