La activista cubana Saily González, una de las promotoras de la “Marcha Cívica por el Cambio” convocada en Cuba para el próximo 15 de noviembre, denunció mediante sus redes sociales ser víctima de acoso por parte de la Seguridad del Estado.
Mediante un vídeo, la activista cubana denunció las acciones que está llevando a cabo el Departamento de la Seguridad del Estado contra su persona en la ciudad de Santa Clara, donde reside.
Saily González precisó que, el ataque contra su persona ha estado ocurriendo a través de las redes sociales por “ciberesbirros”, quienes se han dedicado a ofenderla, difamarla e incluso contactar a sus amigos para “quitarme supuestamente el apoyo que creen que yo tengo”.
La activista relató que, tuvo que cerrar su negocio “Amarillo B&B”, uno de los hostales más populares de Santa Clara, por miedo de que pudieran encausarla en alguna compra ilegal en el grupo de compra y venta cubano Revolico.
Activista cubana Saily González responsabiliza al Seguridad del Estado de su integridad física
Según la información suministrada por González, las autoridades castristas han estado citado a algunos de sus trabajadores, para coaccionarlos y crear un “estado de opinión” contra su persona para hacer creer que, ella compraba harina en las panaderías y por eso la escasez de la misma en la ciudad.
Por otra parte, la activista también denunció que, su “ciberesbirro”, identificado como “Jorge villlaclareño”, publicó un vídeo donde aparece una mujer aparentando ser ella, escribiendo con pintura en la pared de un vecino “Mi casa por el 15N”.
“Todo el que me conoce, sabe que yo sería incapaz de hacer eso. Yo y todas las personas de Archipiélago somos personas que optamos por el civismo, que optamos porque todo lo que hagamos este dentro de la ley, y por supuesto nunca dañaría a un vecino”, indica.
Por otra parte, Saily González aclaró que, el próximo 15 de noviembre marcharan en Villa Clara alejados de las tiendas en MLC, para evitar que el régimen infiltre personas que ataquen estos establecimientos.
Por último, la activista cubana responsabilizó a la Seguridad del Estado de lo que pueda pasarle a ella o lo que pueda sucederle a su domicilio, ubicado en la calle Lorda #58, donde tenía su negocio.
Redacción de Cubanos por el Mundo.
