Como una película de horror, así lo califican familiares en Estados Unidos del niño cubano que murió de un infarto en la selva del Darién durante su trayecto al país del norte junto con su padre, hermana, abuelos y madre, esta última quien también murió durante un naufragio.
María Caridad Semino, tía del niño cubano fallecido, informó que la familia está desesperada ya que no tienen información del resto de los sobrevivientes.
“Mi familia no tiene consuelo, mi sobrinita tiene problemas, ella es impedida física, tiene su manito mala, entonces lo único que quisiéramos es que la gente se tocara de corazón y que ayudara a mi familia a llegar a este país ya que desde hace cuatro años salimos de Cuba”.
De acuerdo con el informe, los cubanos Lisandra Bravo y su esposo Raunel Corrales y sus hijos de cinco y 14 años, emprendieron una peligrosa travesía desde Chile hacia Estados Unidos. También los acompañaban los padres de la joven y uno de sus hermanos.
Intentando pasar de Colombia a Panamá por agua, la lancha en la que iban se hundió y Lisandra murió ahogada. Tuvieron que enterrarla junto a dos haitianas y la familia se quedó un tiempo en el pueblo fronterizo para recuperarse de las quemaduras y continuar su camino. Sin embargo el drama no terminaba.
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“Los lanzaron a la muerte. Tuvieron que pasar por lugares muy malos, sabiendo que mi familia no iba a poder pasar por allí. El niño no tenía nada, era un niño sano, bueno y de pronto me llaman para decirme que falleció”.
El niño Bryan Romer Corrales Bravo de 14 años fue enterrado en la misma selva del Darién ya que el cadáver se encontraba en un alto grado de descomposición y no pudo ser trasladado a la ciudad debido a las malas condiciones climáticas, según la Defensoría del Pueblo de Colombia.
El defensor del pueblo Carlos Camargo, pidió a la cancillería de Colombia y Panamá implementar una ruta humanitaria entre ambos países, para evitar que los migrantes sigan muriendo en la peligrosa selva a manos de los coyotes o de las malas condiciones del terreno.
“No queremos más muertos, las medidas deben implementarse ya”.
Por su parte, la familia en Cuba y Estados Unidos asegura estar “desesperada” porque desde hace cuatro días no saben nada de los cinco familiares que aún se encuentran en la selva.
“Los coyotes no tienen escrúpulos y están amenazando con matarlos”.
Redacción Cubanos por el Mundo
