El cubano Ronel Corrales, quien perdió a su esposa e hijo de 14 años mientras cruzaba la peligrosa selva del Darién en camino a los Estados Unidos, logró llegar a Panamá junto con el resto de su familia, recordando por supuesto el fatídico mes que le tocó vivir.
El periodista cubano Mario J Pentón logró tener acceso a información ofrecida por los familiares de la familia cubana, detallando que “acabo de recibir la noticia de que el resto de la familia ya ha salido de la selva del Darién. Están ahora mismo en Panamá”.
“Según lo que he podido conversar con los familiares, están bastante dañados psicológicamente y físicamente”, añadió.
Recuerda que el cubano tuvo que lidiar primero con la muerte de su esposa, quien se ahogó luego de que la embarcación que los trasladaría de Colombia a Panamá, zozobrara. Días después, su hijo de 14 años falleció de un infarto en plena selva del Darién.
A dicha tragedia sobrevivieron Corrales, su hija de cinco años, los padres de Lisandra Bravo (la esposa) y su hermano.
De acuerdo con Mario J Pentón, el cubano y el resto de su familia se dirigen ahora a Ciudad de Panamá, donde serán acogidos por representantes de la Iglesia Católica, que se comprometieron con ofrecerles albergue y comida.
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María Caridad Semino, familiar de Lisandra y Bryan, madre e hijo fallecidos en menos de un mes mientras intentaban arribar a EE.UU., relató esta semana que ella y un nutrido grupo de su familia salieron de Cuba en 2018 rumbo a Chile.
“El niño fue enterrado en la selva porque ni siquiera pudieron llevar sus restos a la ciudad. Ahora van a recibir ayuda de un diácono que está comprometido con los cubanos”.
De acuerdo con lo relatado por la familiar en Estados Unidos, el cubano y su familia llegaron a Colombia donde pagaron 500 dólares por cada persona para irse en lancha hasta Panamá, algo que asumieron para no tener que cruzar la Selva del Darién.
Pero la avaricia cegó a los coyotes, quienes montaron a más personas en la lancha y esto terminó colapsando el navío.
En la madrugada del 10 de octubre la embarcación se hundió y Lisandra murió ahogada.
Una vez que fueron retornados a territorio colombiano, los sobrevivientes del naufragio recibieron atención médica porque estaban deshidratados y tenían quemaduras. El grupo estuvo allí unos 18 días, y luego decidieron continuar su camino, pero en la Selva del Darién al menor, Bryan, le dio un infarto.
Redacción Cubanos por el Mundo