Luego de haber sido sentenciado a prisión en 2017, acusado del contrabando de peloteros desde Cuba a Estados Unidos, el entrenador Julio Estrada recuperó su libertad.
Cabe recordar que Estrada fue encontrado culpable en un juicio federal que lo terminó señalando tanto a él como al agente deportivo Bartolo Hernández. Fueron semanas de deliberación que terminaron por condenar a ambos personajes por los delitos de conspiración y contrabando de personas.
Julio Estrada llevó a Estados Unidos a beisbolistas que hoy en día son reconocidos en las Grandes Ligas, entre ellos, José “Pito” Abreu, quien incluso ganó un MVP con los Medias Blancas de Chicago.
Tras cumplir sentencia por contrabando de peloteros, entrenador cubano vuelve a la libertad y mira al futuro https://t.co/SXsIXjH1qY
— el Nuevo Herald (@elnuevoherald) December 3, 2021
Ahora, tras su reintegro a la sociedad y poder disfrutar de sus familiares, Julio Estrada contó al periodista Jorge Ebro, de El Nuevo Herald, que quiere volver a formar parte del béisbol a como dé lugar.
También agradeció poder vivir en Estados Unidos, y comparó la abismal diferencia entre las justicias entre la nación norteamericana y Cuba.
“Agradecemos el proceso como tal. Me acusaron. Yo me defendí a través de mis abogados. Presenté mis argumentos. En Cuba eres culpable antes de ser arrestado. Ya eso quedó en el pasado y ahora a mirar al futuro”.
Con respecto a la acusación en su contra, el entrenador afirmó que le molestó la forma en que se cubrió para entonces esa noticia, alegando que de “tráfico” es complicado, el cual él más bien cataloga como “contrabando”.
“Me gustaría más, contrabando, porque tráfico significa como que es contra de tu voluntad, como que estás sufriendo, como esas personas de otros países que sí son víctimas de un tráfico”
En el mismo orden de ideas, Estrada indicó que seguirá vinculado con el béisbol, bien sea entrenando categorías menores o de cualquier otra forma, puesto es según sus propias palabras, es algo que ama y le apasiona.
Recalcó también que su “trabajo” al llevar peloteros a Estados Unidos, terminó dando la libertad a muchos jugadores y sus familias, cosa que para él no tiene precio. “No cambio eso por nada y me considero afortunado de haber trabajado con ellos. Y no lo cambio por el tiempo que estuve fuera de mi familia, que fue lo más doloroso”, finalizó.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
