Las activistas cubanas María Cristina Garrido, Lizandra Góngora, y Gloria María Pérez, detenidas a raíz de las protestas del 11J en la isla, están sufriendo castigos severos por parte de la Seguridad del Estado.
Así lo informó el opositor Michael Valladares, esposo de Garrido, a Radio Martí, indicando que estas tres mujeres se encuentran aisladas del resto de reclusas en la prisión de mujeres de Guatao, en La Habana.
“Según María Cristina, la dirección de la prisión le dijo que ellos no tienen nada que ver con que ellas estén en celdas. Quien dio esa orientación fue la Seguridad del Estado”.
Valladares también dejó saber que la hermana de María Cristina, Angélica Garrido, se encuentra en el área médica del penal debido a que actualmente padece de dengue. No obstante, el régimen impidió la visita del esposo de Angélica.
El activista precisó que las cuatro mujeres se mantienen firmes, y lo que hagan con una de ellas, lo hacen todas. “Son las que se mantienen firme en la causa a sus ideas”.
Las activistas, presas por manifestarse pacíficamente el 11J, están cada una en celdas distintas, según precisó Valladares.
Dentro de la prisión, los esbirros le permiten llamadas telefónicas a estas mujeres en un lapso de cada 15 días, es decir, dos veces al mes. También les prohibieron la realización de cartas, pues funcionarios de ese penal alegan que están contando todo lo que sucede ahí dentro. En pocas palabras, esclavos de la dictadura no quieren que se divulgue la violación de derechos que las mujeres están sufriendo.
Cabe recordar que para María Cristina Garrido, podría caer una absurda condena de 15 años, mientras que su hermana Angélica posee una petición fiscal de 10 años.
Lizandra Góngora, por su parte, puede correr la misma suerte de Angélica, pues sobre sus hombros pesa una acusación de una década de cárcel.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
