La crisis migratoria cubana por décadas ha sido una de las características de la fracasada revolución de Fidel Castro y sus sucesores. En pleno 2021, esta problemática sigue más vigente que nunca, impulsada por la crisis económica promovida por el comunismo y que es usada como mecanismo de presión para la actual administración estadounidense, o al menos así lo detalla la periodista Fabiola Santiago en su artículo de opinión para El Nuevo Herald.
El artículo detalla que el castrismo está “desenterrando su manual de estrategias” facilitando aún más la crisis migratoria cubana, ya que abre espacio para que los cubanos, inconformes y hambrientos, abandonen Cuba y así poder afianzando su comunismo.
“La última táctica es un acuerdo con el gobierno de Nicaragua, amistoso con Cuba y liderado por un dictador, que ha eliminado los requisitos de visa para los cubanos. El régimen anunció la relajación de la medida en los medios nacionales para obtener un efecto viral, y los resultados son miles de cubanos con destino a Estados Unidos que transitan por Centroamérica sin un pasaje legal por su camino hacia la frontera sur de Estados Unidos”.
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Esto quiere decir que los regímenes de Cuba y Nicaragua, realizaron prácticamente un ruta para que la crisis migratoria cubana no tuviese tantas “trabas”, sino por el contrario facilitarles el viaje a los millones de isleños que abandonan todos los años el país.
Eso por supuesto, sin contar con los balseros cubanos, que cada semana se lanzan al mar intentando alcanzar el tan preciado sueño americano.
“Así que el régimen no solo ofrece el trato del siglo a los líderes de la oposición: abandonar el país o cumplir una condena considerable en prisión. Ahora, todo el país puede irse, y no solo hacia la frontera de Estados Unidos”.
A juicio de la redactora del artículo, Cuba quiere que la tan prometida revisión por parte de Joe Biden a la política que se ha mantenido en contra del régimen comunista, sea un hecho.
“Porque eso es otra cosa que Cuba quiere: empujar a Biden a la mesa de negociaciones, detener los esfuerzos de su administración para llamar la atención sobre los implacables abusos de los derechos en Cuba e involucrar a la comunidad internacional, y frenar los clamores de Biden por el cambio y la democracia”.
Redacción Cubanos por el Mundo
