Tras ser detenida arbitrariamente cuando se dirigía a introducir un recurso de Habeas Corpus en favor de la familia del preso político Andy García Lorenzo, que para ese momento sumaba varias horas en detención, Saily González fue liberada la noche del viernes, no sin antes que esbirros del régimen secuestraran su carnet de identidad, equipos electrónicos y le impusieran otra absurda multa.
En una extensa denuncia publicada en redes sociales, la activista cubana relató el maltrato que tuvo que sufrir durante su detención en Villa Clara, aseverando que hasta se lesionó la muñeca debido a la brutalidad policial del represor que la detuvo.
Tras varias horas secuestrada por la policía política, y tras negarse a firmar las acusaciones de “desacato” y “desordenes públicos” que querían imponerle, finalmente la activista fue liberada cerca de las 7:00 de la noche.
Saily González agradeció a todas las personas que se movilizaron por su liberación, así como la de Roxana, Jonatan, Pedro y Yenia, familiares del preso político Andy García Lorenzo.
“Voy a aprovechar la visibilidad que seguro va a tener este post para contarles que en estos momentos cada uno de nosotros, excepto Yenia, tenemos una multa de 3.000 pesos por violación de la famosa Ley 370. Jonatan además tiene una multa de 500 pesos por tener un cable de electricidad instalado en su barbería y otra de 1.000 por no querer demolerla”
apuntó
Policía política ocupó el celular y un disco duro de Saily González
La activista Saily González reveló, además, que los esbirros de la policía política revisaron su teléfono, un disco duro y sus earpods.
La antillana relató que una teniente llamada Yamilé le comunicó en Instrucción Penal que ocuparían el teléfono, el disco duro donde la activista llevaba los Habeas Corpus de los familiares de Andy García Lorenzo y los earpods, presuntamente “para hacerles un peritaje”.
“Son esos los artículos que según ella yo uso para delinquir”, explicó Saily González, quien firmó un acta de ocupación de sus artículos personales.
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“Tanto a Jonatan, Roxana y a mí nos ocuparon los teléfonos y en esto momentos no tenemos cómo comunicarnos por vías propias. Agradeceríamos cualquier ayuda que la sociedad civil cubana (la CIA no, de la CIA no queremos nada) nos pueda ofrecer en este sentido”
dijo González
Redacción Cubanos por el Mundo
