Una niña cubana identificada como Jennifer Guevara Benítez de 11 de años, tuvo que ser intervenida de emergencia en el Hospital Pediátrico Docente William Soler, luego de que se tragara un alfiler que podría haberle causado daños mortales en su organismo.
El hecho se reportó el pasado 1 de octubre de 2021, según informa el diario oficialista Granma. La madre de la menor, la tunera Maricela Benítez Acosta, vivió momentos de angustia al saber que si niña se tragó el objeto punzante.
La mujer llevó a la niña cubana hasta el Hospital Pediátrico Docente William Soler, de La Habana, donde le diagnosticaron un “cuerpo extraño” luego de ser trasladada desde Las Tunas, donde le habían intentado extraer dicho objeto en dos ocasiones, pero no tuvieron éxito, ya que, según el diario, el procedimiento era muy complejo.
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Aunado a eso, al llegar al hospital de La Habana, tanto la madre como la niña dieron positivo para la COVID-19, por lo que los médicos tuvieron que tratarla contra el virus y además llevar a cabo el procedimiento para tratar de extraer el alfiler.
El diagnóstico de la niña era que tenía un “cuerpo extraño bronquial” por lo que la vía de extracción era hacerle una broncoscopia, procedimiento “difícil”.
“Una vez que Jennifer dio negativo a los test de la COVID-19 y se evidenció su recuperación, se le realizó una broncoscopia rígida videoasistida para la extracción del cuerpo extraño, que se encontraba en una posición bien difícil, pues el imperdible estaba abierto con las dos puntas hacia arriba”, dijo el doctor Sergio Fernández.
La operación duró unos 45 minutos aproximadamente, logrando que la niña salieran del salón respirando con normalidad.
La madre no detalló como la niña pudo haber ingerido dicho alfiler que pudo haberle costado la vida.
Redacción Cubanos por el Mundo
