El canciller de la dictadura de Cuba, Bruno Rodríguez, nos regala otro mensaje lleno de caradurismo y total desconexión con la realidad cubana. El funcionario pide y exige acabar con la “vergonzosa” desigualdad que existe en el mundo, cuando en la isla cárcel, los propios funcionarios comunistas son un claro ejemplo de este problema social.
A través de Twitter, Bruno Rodríguez, al parecer celoso, criticó que las personas más ricas del mundo hayan incrementado sus fortunas con la pandemia de la COVID-19, mientras que los menos favorecidos se habían visto bastante afectados.
“Desde el inicio de la pandemia, la riqueza de los 10 hombres más ricos se ha duplicado, al tiempo que más de 160 millones de personas han caído en la pobreza, según un informe de OXFAM”, detalló el canciller castrista, para luego recalcar que “corríjase la vergonzosa desigualdad que perpetúa la brecha entre pobres y ricos”.
Desde el inicio de la pandemia, la riqueza de los 10 hombres más ricos se ha duplicado, al tiempo que más de 160 millones de personas han caído en la pobreza, según un informe de @oxfam_es.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) January 18, 2022
Corríjase la vergonzosa desigualdad que perpetúa la brecha entre pobres y ricos. pic.twitter.com/JCbwrw7lT3
Por supuesto el canciller de la dictadura comunista no mencionó en ningún momento la desigualdad social que existe en la Cuba socialista, donde los dirigentes comunistas gozan de lujos y privilegios, frente a los cubanos necesitados.
Por allá en el año 2016 aproximadamente, la revista Forbes, que se encarga de hacerle seguimiento a las finanzas de personajes relevantes en el mundo, detalló que el fallecido dictador Fidel Castro habría dejado una herencia de 900 millones de dólares a sus familiares.
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Este dinero fácilmente podría acabar con la crisis de vivienda que existe actualmente en el país, reactivar el destrozado aparato productivo de la nación o impulsar las bases económicas de Cuba.
Otro ejemplo de la desigualdad social que existe en Cuba radica en el “puesto a dedo”, Miguel Díaz-Canel, quien acude a los empobrecidos barrios del país, vestido con prendas de marca, relojes que superan por dos mil y hasta cuatro mil dólares y artefactos electrónicos traídos directamente del “imperio”.
Que un cubano de a pie tenga acceso a estos artículos es casi imposible debido al actual panorama económico y salarial en Cuba.
Redacción Cubanos por el Mundo