La organización “Justicia 11J”, informó hace pocas horas que ya se han realizado 400 juicios a los manifestantes de las históricas protestas que marcaron un antes y un después en la isla.
En sus redes sociales, la plataforma precisó que hoy en día, ya se han juzgado a 95 cubanos por el falso delito de “sedición”, que no es más que un invento del régimen para reprimir brutalmente a quienes protestaron pacíficamente el 11J.
De la cantidad de personas mencionada, 29 de ellos tienen entre 16 y 20 años de edad, mientras que otros siete tienen entre 16 y 17 años.
Otras 63 personas estarían pendientes aún de juicio, de los cuales siete de ellas son menores de edad.
En el mismo texto, “Justicia 11J” aseguró que nueve personas han sido “beneficiadas con el sobreseimiento de sus causas”, mientras que casi un centenar ya fueron puestas en “libertad” bajo multas.
Entretanto, la organización recalcó que, actualmente, 726 antillanos continúan en las mazmorras del castrismo por el simple hecho de ejercer su derecho a la manifestación pacífica, y recordó a varios presos políticos que recientemente iniciaron una huelga de hambre, entre ellos Luis Manuel Otero Alcántara, Yosvany Rosell García y el joven William Leyva Pupo, entre otros.
“Continúa el acoso de los órganos de la Seguridad del Estado contra los familiares y activistas que denuncian tratos crueles y degradantes contra las personas privadas de su libertad por motivos políticos”,
afirmó Justicia 11J.
En la publicación, la organización aprovechó para denunciar a los miembros del Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular, presidido por Rubén Remigio Ferro, por su falta de acción para interrumpir esta ola de injusticias en la isla. “Exigimos que se inicien de inmediato, procedimientos de sobreseimiento libre y definitivo para los casos en fase preparatoria, así como la revisión de causas a quienes han sido juzgados, que termine en su absolución”, señalaron.
Es por eso que, instaron a los familiares de los presos políticos y a la población cubana en general, a difundir el rostro de un secuestrado de la dictadura, junto a la cara de uno de los magistrados del régimen hasta que las exigencias de libertad no sean cumplidas.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
