Un nuevo acto de injusticia se gestó en la isla comunista, cuando autoridades del régimen castrista sentenciaron a siete y tres años de cárcel, respectivamente, a dos hermanas cubanas que fueron secuestradas tras las protestas del 11J.
Se trata de María Cristina Garrido, de 41 años, quien recibió siete años de prisión (con petición fiscal de 15) y su hermana Angélica Garrido, de 39 años, condenada a tres años de cárcel, y sobre quien recaía una petición fiscal de una década.
Luis Rodríguez, esposo de Angélica, aseguró a Radio Martí que ya estaba preparado para recibir la confirmación de la amarga noticia, y fue él mismo quien le comunicó la situación a su mujer, a través de una llamada telefónica que recibió desde la cárcel.
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El mismo opositor recalcó que ni su esposa ni su cuñada cometieron ninguno de los delitos que utiliza la dictadura para condenarlas de forma injusta.
“Me llamó rápido y le dije: ‘Mama, ya lo tuyo son tres años’ y siete para tu hermana. A ella le ponían muchos delitos, indisciplina social, desacato, atentado… pero bueno, la abogada demostró en el juicio que, cuando un individuo está en el proceso del desarrollo de un delito, se queda en uno solo, que es el más grave, pero ellas no cometieron nada de eso”,
dijo Luis Rodríguez
Por su parte, Michael Valladares, el marido de María Cristina Garrido, afirmó haber visitado a su mujer en las últimas horas en la prisión, y aseguró que la presa política ha mejorado en cuanto a sus dolores de cintura que la aquejaron durante los últimos días.
El hombre confesó que, hasta el momento, su mujer desconoce la pena que recibió por parte del aparato injusticia castrista, sin embargo, indicó que se lo dirá sin titubear una vez reciba la llamada telefónica desde el penal.
De esta manera, estas hermanas cubanas se convierten así en otras de las tantas víctimas de la tiranía que fueron secuestradas y posteriormente sentenciadas a prisión, por el simple hecho de manifestarse de manera pacífica en el estallido social del 11J en la isla, que sin duda alguna marcó un antes y un después.
Redacción de Cubanos por el Mundo
