El buzo cubano Elián López contó todo sobre su “difícil” travesía desde Varadero hasta Florida en una tabla de windsurf.
En un reporte de Univisión 23, el antillano que ya se encuentra en la ciudad de Miami, narró cómo fue su peligroso viaje en busca de atención médica y huyendo del hambre y la miseria en la isla.
A las 7:14 de la mañana del martes 22 de marzo, el hombre que es sobreviviente al cáncer de colon y vive con una colostomía, tomó su tabla de windsurf con un dispositivo GPS y un celular, para emprender su viaje desde Varadero, Cuba; hasta Florida, Estados Unidos.
“La travesía fue muy difícil, no era lo que estaba esperando en cuanto a las condiciones del viento”,
aseguró López.
Aunque avanzó el primer día en su viaje de cientos kilómetros, las cosas se complicaron cuando cayó la noche, pues se enfrentó a olas de hasta cuatro metros que llegaron a golpearlo, lo cual tuvo dificultad para manejar.
“En dos ocasiones el oleaje me sacó de la tabla y perdí mis espejuelos de visión”,
mencionó Elián López.
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Además, el hombre contó a Univisión 23 que, para no decaer se planteaba pequeños objetivos, como sacar la tabla del agua y no caerse, no obstante, fue frustrante en algunos momentos, pues cuando caía de la tabla revisaba su posición y notaba que no había avanzado nada.
Al segundo día de su travesía, cuando empezó a caer el sol, el buzo cubano se rindió y en un momento en el que tuvo cobertura telefónica, le envió un mensaje a dos amigos en Miami que estaban al tanto de su viaje.
“Estoy al sur de Islamorada, rescátenme (…) estoy muy agotado, no tengo agua, el viento está flojo y el mar picado”,
fue el mensaje el López le envió a un amigo.
Su amigo de forma inmediata alertó a la Guardia Costera sobre su situación y le envió como respuesta: “No te desgastes más, aguanta que ya vamos por ti”.
Con la voz cortada y entre lágrimas, el hombre dijo que en ese momento, por las graves condiciones en las que se encontraba, no quería hablar con su esposa y mucho menos con su hija, quienes quedaron en Cuba.
Al caer la noche del miércoles, la Guardia Costera encontró al buzo cubano.
“No iba a ser posible sobrevivir si tenía que pasar otra noche. A lo mejor mi mente lo quería, pero mi cuerpo no iba a resistirlo”,
aseveró el hombre.
Finalmente, el hombre mencionó que al sentirse al borde de la muerte, tuvo varios momentos en los que rezó aferrándose a “lo que sea” con tal de sobrevivir, a pesar de no ser un hombre de fe.
Redacción de Cubanos por el Mundo
