La basquetbolista cubana, Lianyi Becquer Leblanch abandonó recientemente la misión en la que se encontraba en México.
Como parte de una entrevista con Mario Pentón, de América TeVé, la miembro del equipo de Cuba de baloncesto compartió la razón que la llevó a tomar esa decisión.
“A mí me cerraron el contrato, al cerrarme el contrato yo decidí no regresar a Cuba, porque según me decían mis entrenadores, que si volvía iba a pasar mucho trabajo para volver a salir, aunque yo llevara muchos años en la selección”, confesó.
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La atleta de 25 años explicó que su salario en la isla es de 3.500 pesos cubanos, que serían como unos USD 35$ al cambio. “Voy a estar ocho años sin poder ver a mi mamá”, lamentó la joven, pues esa es la medida que el régimen le impuso a los deportistas y médicos que abandonan las misiones en otros países. “Me afecta mucho, tengo a mis padres, una hermanita muy pequeña”.
Becquer Leblanch también se refirió a que había viajado a México con un pasaporte oficial (el llamado pasaporte rojo). Con ese tipo de documento el Gobierno le mantenía los viajes restringidos porque no tenía la posibilidad de sacar un pasaporte ordinario (azul). “Yo ahora mismo voy a una oficina de Inmigración en Cuba y no puedo solicitar mi pasaporte azul, o sea, si me quiero ir de vacaciones con mi familia a otro país, no puedo”, aseguró.
La basquetbolista cubana, que estuvo más de nueve años en la selección nacional de básquet, contó también cómo la dictadura se apropia del casi 20% de los contratos de los deportistas cubanos.
Redacción Cubanos por el Mundo
