Una (innecesaria) estatua de Nicolás Guillén, a quien el castrismo nombró “poeta nacional”, estará ubicada en la calle Ignacio Agramonte, de Camagüey.
Será ubicada en esa arteria que antes llevaba el nombre de Tomás Estrada Palma, primer Presidente de la República de Cuba.
La calle Agramonte va a dar a la Plaza de La Merced, también rebautizada por los socialistas como “Plaza de Los Trabajadores”.
La periodista oficialista Miozotis Fabelo hizo saber que la escultura será inaugurada el 10 de julio, en coincidencia con el aniversario 120 del natalicio de Guillén.
“Vengo de andar y aquí me quedo, con mi pueblo”, dice un verso de Guillén, citado por la reportera, quien confirma en imágenes la marcha de los trabajos.
Para muchos camagüeyanos, dentro y fuera de la Isla, la estatua de Nicolás Guillén que estaría por colocarse, desentona con el entorno, de fuerte presencia católica.
A propósito de una de las instantáneas, el escritor Ramiro Fuentes Álamo, bromeó: “debe ser para que le diga a la imagen de enfrente: ´Che, Comandante, amigo…´”
Y es que, precisamente, la imagen del Asesino de la Cabaña, encima de uno de los edificios contiguos, estaría frente a frente con la estatua de Guillén.
El escritor Osvaldo Gallardo atizó la polémica en redes sociales, tras dar a conocer la noticia de la mencionada estatua, hecha por la reconocida artista Martha Jiménez.
“Lo más lastimoso del asunto, en mi opinión, es el lugar del enclave, en un sitio que destaca por la presencia del Convento e Iglesia de La Merced, inmediatamente detrás, y muy cerca de la ya mencionada casa museo del Bayardo. Un lugar lleno de simbología católica, y también relacionada al patricio camagüeyano, que no tiene otras obras monumentales de este tipo”
advirtió Osvaldo Gallardo, escritor cubano
Este criterio lo subscribe el periodista José Fontela, quien resalta que el entorno nada tiene que ver con Nicolás Guillén.
“Ese templo es uno de los mejores exponentes de barroco de principios del siglo XVIII. Luego predomina la antigua sociedad Santa Cecilia, casa de cultura en el castrismo y ahora centro de convenciones de la Oficina del Historiador”, refiere.
“Guillén no tiene nada que ver con la antigua Santa Cecilia, que era high class. Luego está la Oficina de Correos, que era casa en tiempos coloniales. Ni siquiera el periódico estaba en ese lugar, porque Guillen fue periodista y escribía para El Camagüeyano, pero el periódico estaba varias cuadras hacia el ferrocarril”, precisó Fontela.
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— Cubanos por el Mundo (@Cubanoselmundo) March 29, 2022
Gallardo agrega que, además de lo incoherente de emplazar allí el monumento con la consiguiente agresión a una plaza pública muy transitada, “se establece un símbolo que quiere subvertir la tradición del lugar”.
Marcial Mendoza, profesor de Historia y Filosofía de la Universidad de Camagüey, cuestionó la decisión, en el post que hiciera la periodista Fabelo Pinares.
“¿ Por qué en la Plaza de los Trabajadores?”, se preguntó Mendoza y mencionó que la voluntad del poeta fue otra.
“Guillén una vez expresó que si algún día le hacían un monumento quería que lo empezarán en la Plazoleta Juana Castillo, cerca de la casa donde pasó varios años”, aseguró.
Isabel Victoria Olazabal manifestó que estaba absolutamente de acuerdo con cada una de las palabras escritas por Osvaldo Gallardo. “Hay muchos lugares en Camagüey más propias para colocar la estatua del poeta nacional Nicolás Guillén”
“… no hay identificación entre lo que fue su pensamiento político y la iglesia católica en cuya esquina se erigirá su estatua para colocarla en ese perímetro religioso”, enfatizó.
La internauta Norma Salas consideró que esta es otro ardid del castrismo y su propaganda comunista.
“Son como la mugre que todo lo corrompe, lo oscurece. Esa estatua, busto, o lo que sea que pongan romperá la armonía, enrarecerá el aire, porque están completamente podridos, huelen a carroña, una atmósfera malsana los envuelve a todos”, concluyó.
Nicolás Guillén Batista (Camagüey, 10 de julio de 1902 – La Habana, 17 de julio de 1989), fue un periodista, poeta y político cubano, reseña la estatal Ecured.
“Sus ideas revolucionarias lo mantuvieron en el exilio durante los últimos años de la dictadura batistiana regresando a la isla tras el triunfo rebelde de 1959”.
Tras la ascensión al poder de Fidel Castro Ruz, se integró al Partido Comunista y fue el primer presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Está considerado como el principal representante de la poesía mulata o afrocubana en lengua hispana. Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas.
Poemas suyos han sido cantados por intérpretes como Pablo Milanés o Ana Belén. En 1956 fue galardonado con el Premio Lenin de la Paz, rememora El País.
Redacción Cubanos por el Mundo