El vocero de la dictadura, apodado “Humbrete” López aseguró que poner carteles contra la dictadura es un acto terrorista.
Esta última, con todas sus variantes, fue probablemente la palabra que más repitió en una reciente comparecencia televisiva para aportar supuestas “pruebas”.
López presentó a un agente encubierto de la Seguridad del Estado que “durante meses” mantuvo comunicación con una “terrorista de origen cubano” que vive en los EE.UU.
“El Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) se confirma con un fabricador de Fake News. Tú te piensas que van a seguir manipulando a ese pueblo que cada vez está más consciente de que el Partido Comunista y ustedes son el problema”
Alex Otaola, Hola! Ota-Ola, viernes 26 de agosto
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También se jactó de que, tras un segmento televisivo anterior, reaccionó de manera estrepitosa la “fauna digital terrorista”.
Para este señor, poner un cartel antigubernamental, pedir libertad o irrespetar al dictador cubano son “actos de terror, de violencia y de muerte”.
El influencer Alexander Otaola le contestó a este show mediático durante su programa del viernes y recibió el apoyo de los cubanos en redes sociales.
“Esto no es más que el cansancio y agotamiento de un pueblo que no quiere la continuidad de nada, de esa vida que ustedes han convertido en miserable”, dijo Otaola.
“Esta es la prueba que tienen estos mamarrachos para decirnos terroristas, pagados por la CIA. Esto es un asco, realmente”, dijo el influencer.
Terrorismo, dijo Otaola, es lo que está haciendo la dictadura cubana con los que protestaron pacíficamente en Nuevitas.
“Ustedes son los que están en la lista de patrocinadores del terrorismo y dan asilo a terroristas y asesinos”, dijo Otaola.
Si poner carteles contra la dictadura es un acto terrorista, ¿cómo le llamas al macabro historial del castrismo?
A “Humbrete” solo bastaría con citarle un ejemplo que fue la sacudida que le hiciera el desaparecido presidente salvadoreño Francisco Flores al dictador Fidel Castro.
Esto sucedió en el año 2000, durante la X Cumbre Iberoamericana de Panamá, cuando el mandatario centroamericano pidió condenar el terrorismo de ETA, en España.
Castro acusó al gobierno de El Salvador de estar involucrado en el caso del anticastrista Luis Posada Carriles.
“Es absolutamente intolerable que usted, involucrado en la muerte de tantos salvadoreños; que usted, que entrenó a muchísimas personas para matar a salvadoreños; me acuse a mí de estar involucrado en el caso de Luis Posada Carriles”, dijo Flores.
Flores, quien gobernó desde 1999 a 2004, fustigó el apoyo de Cuba a la guerrilla salvadoreña durante la guerra civil que dejó unos 75 mil muertos entre 1980 y 1992, reseña Prensa Libre.
Este, y los ejemplos que enumeró Otaola, son apenas botones de muestra que debería conocer o citar Humberto López en sus reportajuchos, aunque se hace el que desconoce los tantos muertos que causó y causa la narcodictadura cubana.
La Cuba que persigue inocentes hoy día y los encarcela por hacer un Facebook Live o que envió jóvenes a morir en el Servicio Militar o en guerras en Angola o Etiopía, eso sí es terrorismo.
La lista sería interminable. Pintar o poner carteles contra la dictadura es incomparable a la estela de muerte y odio que ha dejado la “revolución” tras su desastroso paso.
Redacción Cubanos por el Mundo