El preso político Harlen Oropesa Carrero, secuestrado desde las históricas protestas del 11J en Cuba, denunció estar siendo víctima de amenazas y de otras situaciones irregulares en la prisión de Valle Grande, donde permanece recluido.
Según reportó el medio independiente CubaNet, Oropesa fue sometido a una inspección por parte de funcionarios de la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones el pasado 7 de septiembre, momento en el que reclamó a las autoridades del recinto penitenciario porque no le han otorgado el uniforme de preso, hecho que le impide a salir a recibir sus visitas.
El preso político contó al medio citado que, desde hace un buen tiempo, lleva exigiendo dicha indumentaria. La respuesta de los esbirros es tan absurda como el castrismo en general: “no hay uniformes”.
Manifestante del 11J Harlen Oropesa denuncia amenazas e irregularidades en prisión
— Cubanet 🇨🇺 (@CubanetNoticias) September 19, 2022
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Asimismo, Oropesa recalcó que a las personas pertenecientes a la compañía 2, les negaron la posibilidad de llamar a sus seres queridos el pasado fin de semana, mientras que a aquellos que pertenecen a la compañía número 1, sí les concedieron dicha llamada telefónica, a pesar de que a estos les habrían encontrado arroz crudo y hasta un arma blanca en una requisa.
En tal sentido, denunció que esa compañía está integrada por informantes, caso contrario a la suya, que está llena de presos políticos, la mayoría de ellos participantes del histórico estallido social del año pasado.
Tras la lógica molestia, el preso político reclamó al jefe de la cárcel, cuya respuesta fue que esos “son chismes de put*s”. Además de eso, el represor emitió las ya habituales amenazas: “después nos vemos, vamos a arreglar esto”, palabras que lleven al detenido a afirmar que su integridad física está en serio peligro.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
