La madre de los jóvenes Frank Artola y Hillary Gutiérrez, detenidos por manifestarse pacíficamente en La Habana, denunció la brutal golpiza que recibió su hijo por esbirros del régimen, y exigió a Díaz-Canel liberarlos de una vez por todas.
Ibis Plasencia recurrió al uso de las redes sociales afirmando que ya ha agotado todos los recursos posibles para reclamar por la libertad de sus hijos, tocando todas las puertas sin recibir respuesta alguna.
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“Quiero denunciar los golpes que le dieron brutalmente a Frank, casi lo matan hasta desmayarse. Nosotros vivimos en la esquina donde sucedieron los hechos. Todos los vecinos me han contado su versión poco a poco. Casi todos coinciden. Unos van a la casa y otros me cuentan a escondidas, por miedo a su trabajo, por miedo, por miedo, todo es por miedo. Yo soy su mamá y no puedo tener miedo”, afirmó de manera contundente la mujer.
La madre de estos manifestantes en La Habana reveló en el video haber acudido a las instalaciones de la Policía del régimen para denunciar la violencia física que recibió su hijo por los cobardes agentes represores. Sin embargo, estos no hicieron más que preguntar si sabía “quién lo había hecho”.
Por otro lado, detalló que, actualmente, la familia se mantiene esperando una respuesta por parte del abogado, quien afirma no poder decir nada, ya que eso depende de la Fiscalía. Ambos jóvenes fueron secuestrados a comienzos de este mes de octubre.
En tal sentido, Plasencia envió un mensaje al puesto a dedo Miguel Díaz-Canel y a su esposa, Lis Cuesta, quien parece disfrutar del caos y le sigue el cruel “juego” a su marido, ese que ha roto miles de familias en Cuba.
“Es a usted, señor presidente, a quien me estoy dirigiendo, y a usted, esposa del presidente de Cuba, Lis Cuesta, como madre. Les estoy pidiendo encarecidamente, implorándoles, que suelten a los niños que están encarcelados injustamente, no tienen delito”, acotó.
Entretanto, cabe recordar que Hillary Gutiérrez también sufrió una violenta detención durante aquella jornada represiva, lo que evidenció que, en la isla comunista, no se respetan edades, géneros o razas al momento de arremeter contra aquellos que ya no aguantan más miseria y deciden expresarlo haciendo uso de su derecho.
Redacción de Cubanos por el Mundo
