El líder opositor José Daniel Ferrer, encerrado en condiciones infrahumanas en la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, tiene cinco meses sin comunicarse con sus seres queridos a través de llamadas telefónicas.
Su hermana, Ana Belkis Ferrer, precisó en una publicación de Facebook que, desde el pasado 4 de junio, no han podido conversar con el líder de la Unión Patriótica de Cuba por la vía telefónica, un derecho que le corresponde por ley. No obstante, para nadie es un secreto que en la isla comunista, las autoridades hacen lo que les da la gana.
La hermana del preso político recordó que ni siquiera le permiten un simple lápiz y hoja de papel para solicitar asistencia religiosa.
“Cinco meses sin escuchar a mi valiente y abnegado hermano, a quien la dictadura castrista le niega el derecho a llamadas telefónicas desde el día 4 de junio. Desde ese mismo día, permanece semidesnudo en la preparada celda de castigo que fue confinado el día 14 de agosto del pasado año, donde permanece sin ninguna de sus ropas, sin un lápiz y una hoja, ni para solicitar asistencia religiosa”, escribió Ana Belkis.
Recientemente, la activista cubana Rosa María Payá lanzó una advertencia similar a través de sus redes sociales, asegurando que la dictadura cubana está “matando lentamente” a José Daniel Ferrer.
Asimismo, la activista mencionó que, esta semana, las autoridades impidieron a su esposa verlo por al menos unos momentos, lo que los hace presumir que el preso político se mantiene en la huelga de hambre que él mismo dijo que comenzaría hace unas semanas.
En tal sentido, Payá solicitó a la dictadura castrista fe de vida inmediata del también promotor de Cuba Decide.
“Está sometido a las más crueles torturas físicas y psicológicas. Estamos muy preocupados por su estado de salud y pedimos una fe de vida”, sentenció.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
