En la céntrica calle Neptuno de La Habana, ocurrió un derrumbe de un balcón de un edificio, sumándose a la gran cantidad de hechos como este que ocurren en la isla.
La situación puso a un cubano al borde del peligro, porque terminaba de pasar por el sitio, delante del número 761 de la calle Neptuno, cuando se derrumbó parte del pretil de la azotea del edificio, arrastrando un balcón a su paso que cayó al piso.
Una cubana vio el accidente y contó con detalles al diario independiente 14yMedio de lo que pasó en ese momento, en el que además, las calles estaban llenas de gente que pudo resultar afectada.
“Ese hombre volvió a nacer”
“No sé cómo no le cayó encima, a él o a cualquiera, porque a esa hora la calle estaba llena de gente”, dijo la antillana.
Después del accidente en el que aparentemente no hizo acto de presencia ninguna autoridad castrista para ayudar al menos a recoger los escombros, los mismos vecinos utilizaron los ladrillos que se cayeron para improvisar un perímetro para que las personas no siguieran caminando por esa acera.
El derrumbe ocurrió en un edificio situado entre Marqués González y Lucena. Es el de El Exquisito de Fornos, un comercio estatal donde cada día decenas de personas hacen cola para comprar pollo por la libreta, lo que significa que frecuentemente hay muchas personas en el lugar que podrían resultar afectadas en medio de un hecho como este.
Además de las personas, el paso de vehículos en esa parte del barrio también es intenso.
Los edificios y casas de La Habana, y en el resto de la isla se siguen cayendo, esto debido a que tienen años sin recibir mantenimiento. En el caso de las casas, los cubanos no tienen ingresos para repararlas y aunque en muchas oportunidades han pedido ayuda al régimen, son ignorados, mientras que el castrismo usa los recursos y los materiales que le niegan a los cubanos, para la construcción de hoteles para el turismo.
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Redacción Cubanos por el Mundo
