El Papa emérito, Benedicto XVI, murió este sábado 31 de diciembre, a la edad de 95 años en su residencia, el monasterio Mater Ecclesiae, de los jardines vaticanos.
La noticia fue dada a conocer por la Santa Sede, que detalló que la hora de fallecimiento del religioso fue a las 9.34 (hora local), y que a partir del lunes 2 de enero, su cuerpo estará en la basílica de San Pedro para que sea despedido por los fieles.
La muerte de Benedicto XVI ocurre días después de que su sucesor, el Papa Francisco, alertara sobre su frágil condición de salud, por lo que pidió al mundo que hicieran una “oración especial” por él y dando a entender que su situación era crítica.
“Está muy enfermo y pidiendo al Señor que lo consuele y lo apoye en que este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”, había dicho Francisco.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”. Informa el Director de la oficina de Prensa vaticana pic.twitter.com/BrQ6UciuiL
— Vatican News (@vaticannews_es) December 31, 2022
Vale recordar que el Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, pasó a la historia en el año 2013, cuando se convirtió en el primer pontífice de la historia moderna en renunciar al trono de San Pedro.
Desde su renuncia, vivió en Mater Ecclesiae, de dónde apenas llegó a salir. La última vez fue para visitar a su hermano Georg en su Baviera natal, que también era sacerdote y con quien tenía una excelente relación, y que murió en el 2020 a la edad de 96 años.
Las apariciones públicas del Papa emérito también fueron contadas. La última oficial fue a finales de agosto, tras el último consistorio en que Francisco creó nuevos cardenales, acudió a su residencia para que los conociese.
Benedicto XVI era considerado un erudito teólogo, un papa intelectual, ya que escribió más de 60 libros entre 1963 y su renuncia en el 2013.
“Soy más bien un profesor, una persona que reflexiona y medita en cuestiones espirituales”, contó entonces.
Mientras estuvo en el trono de San Pedro, se mostró como tradicionalista, ya que rechazó los derechos de los homosexuales, el uso del preservativo y hasta amenazó con excomulgar a quienes defendiesen el aborto.
En su pontificado, relativamente breve, de solo ocho años, no fue tan viajero como el de Juan Pablo II, no obstante, organizó reuniones multitudinarias de jóvenes como la del 2015 en Colonia o la de Madrid en el 2011. En total hizo 24 viajes internacionales como Pontífice, también a Cuba, Jerusalén o Estambul.
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Su era empezó y terminó con revuelo, debido a que después de que murió Juan Pablo II y fue elegido en abril del 2005, tuvo que lidiar con el revuelo por los casos de abusos sexuales que acechaban a la Iglesia. Allí Ratzinger admitió los “pecados”, pidió perdón a las víctimas y castigó a los Legionarios de Cristo, siempre protegidos por Juan Pablo II.
Benedicto reconoció los horribles crímenes de Marcial Maciel, fundador de la organización, y le ordenó en el 2006 vivir una vida de penitencia y oración; pero a pesar de ello, siempre fue señalado de no hacer suficiente para combatir los abusos.
Redacción de Cubanos por el Mundo
