Los residentes de Miami, Florida, no se han equivocado al pensar que en tráfico está cada vez peor; pues un nuevo estudio afirma que la ciudad se ha convertido en una de las peores con relación al congestionamiento del tránsito vehicular.
INRIX, Inc., una empresa de datos y análisis de transporte de Kirkland, Washington, hizo publico su Global Traffic Scorecard de 2022, y la “Ciudad Mágica” resulta ser una de las 50 ciudades con más embotellamientos del mundo.
Miami obtuvo el puesto nueve de la lista de de las ciudades con el peor tráfico (tuvo uno de los mayores saltos en el ranking del puesto 32 en 2021 al 9 en 2022), quedando detrás de Londres, Chicago, París, Boston, Nueva York, Bogotá, Toronto y Filadelfia. Solo Boston, pasó del puesto 18 al 4, el mayor salto porcentual en 2022.
#miami enters in 7 place North America scorecard of traffic congestion by @INRIX data. pic.twitter.com/PZFq7Rjj5n— Caltran Engineering (@CaltranGroup) January 10, 2023
INRIX identifica las zonas de desplazamiento dentro de más de 1,000 ciudades de 50 países, para recopilar los datos del informe anual,.
En tal sentido, analizan los tiempos de viaje y los retrasos, las características de los desplazamientos y el impacto de los incidentes en el congestionamiento, pero además, se hace un análisis económico para calcular el costo del tiempo perdido en el tráfico.
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Un conductor estadounidense promedio perdió 51 horas en las carreteras durante 2022, según el estudio, 15 horas más que en 2021, sin embargo, eso sigue siendo casi 50% menos de los niveles previos a la pandemia.
El conductor típico de Miami perdió 105 horas en el tráfico, 38 horas más que en 2021, una cifra que supera los niveles previos a la pandemia en 30%.
La velocidad promedio en el centro de Miami disminuyó a 15 mph, desde las 19 mph que promedió en 2021.
El estudio además estima que el congestionamiento causó al conductor medio en Estados Unidos perdiera 869 dólares por el tiempo en las colas, frente a 305 dólares en 2021. En Miami, el conductor medio perdió 1,773 dólares gracias al tránsito.
Todo esto tuvo lugar en un año en que el precio de la gasolina alcanzó niveles más altos de lo habitual en el país.
“Hemos analizado el precio del combustible y lo que le cuesta al conductor medio desplazarse al trabajo, y lo que hemos descubierto es que, en general, el precio del combustible no influye demasiado en la cantidad de millas que conduce la gente. La gente lo tiene en cuenta como si fuera una factura normal de insumos y ajusta su presupuesto en consecuencia”, dijo el analista de transporte Bob Pishue, quien elaboró el informe.
Redacción de Cubanos por el Mundo
