El preso político Luis Felipe Castillo Ochoa, secuestrado por el régimen castrista luego de las protestas del 11J, denunció los maltratos que debe soportar por parte de las autoridades carcelarias día tras día.
En una conversación telefónica con un medio independiente, Castillo Ochoa, recluido actualmente en la prisión 1580, en San Miguel del Padrón, dejó saber que tanto él como otros manifestantes del histórico estallido social están sufriendo tratos inhumanos y degradantes.
Según dejó saber la víctima, antes de su injusto arresto, se desempeñaba como mensajero en una pizzería que se ubica en la capital cubana, entidad donde se encontraba para realizar unos trámites migratorios.
Sin embargo, durante su estancia en La Habana, ocurrió el estallido social y, Castillo Ochoa, al ver a la increíble cantidad de gente que se lanzó a las calles, no dudó en unirse a las manifestaciones.
Como ocurrió en toda la isla, este preso político y el resto de su grupo fueron interceptados y violentamente reprimidos por los sicarios del castrismo.
En primera instancia, fue llevado hasta la unidad policial de Cuba y Chacón. Más tarde, los condujeron hasta la cuarta unidad de la policía, donde fueron metidos en un sótano con el fin de propinarles una fuerte golpiza. Posteriormente, los dejaron completamente olvidados en celdas, sin recibir agua o comida.
En la prisión de jóvenes de Cotorro, las autoridades los obligaron a desnudarse incluso frente a empleadas del establecimiento, y no conformes con esa humillación, los ubicaron en celdas de 8 por 8 metros.
El preso político acotó que los cobardes esbirros, para colmo, les echaron varios perros con la intención de que fueran mordidos, aunado a las brutales golpizas que sufrían reiteradamente.
Tras varios días de infierno, fue llevado a otras prisiones: primero a Jóvenes de Occidente y luego a Valle Grande, en este último permaneciendo por un lapso de nueve meses.
El hombre añadió que su falso juicio se dio en febrero del año pasado, siendo sentenciado a dos años de privación de libertad por el falso delito de “desacato”, aunque, días después, le notificaron que mantenían otro expediente por “desórdenes públicos” y “atentado”.
OTRAS NOTICIAS: Denuncian que el régimen impide que un activista de UNPACU sea atendido correctamente en el Calixto García
Redacción de Cubanos por el Mundo
